La vendimia 2020-21 se encuentra ya a full time en Extremadura, con la recogida de las variedades blancas. Las estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura señalan que en la región se alcanzarán este año los 2,85 millones de hectolitros, cifra algo inferior a los 3 millones de hectolitros del año pasado. Sin embargo, existen factores que pueden hacer bajar más ese número de litros, a causa de las altas temperaturas de este verano que han afectado al viñedo de secano y la ausencia de lluvias, por el momento.

Los expertos señalan que la uva que se recepciona estos días en bodega pesa menos que en anteriores vendimias y eso podría afectar al cómputo final de hectolitros. A esta campaña atípica contribuyen las medidas que se han implantado entre los temporeros para evitar contagio por el covid-19. Además, la pandemia repercute directamente en el canal Horeca y por ende en el consumo de vino.

No obstante, con esos datos Extremadura seguiría siendo la segunda región productora de vino del país, por detrás de Castilla la Mancha.

Desde Cooperativas Agro-alimentarias se destaca el buen hacer de los viticultores extremeñas y de las bodegas cooperativas, que continúan comercializando sus vinos en un escenario de incertidumbre.

Igual calidad, menos peso

Así, Emiliano Zamora, director de la Estación Enológica y director técnico-jurado de los Premios Espiga de Vinos que organiza Caja Rural de Extremadura explica que el verano ha sido extremadamente seco, con temperaturas muy altas, y eso ha afectado a la correcta maduración de la uva, especialmente la de secano que ha sufrido un leve proceso de desecación. «Se mantiene la calidad aunque la uva pesa menos», indica. Para el técnico de la Estación Enológica aún la vendimia se encuentra en una fase inicial, tras la recogida de variedades tempranas y tintas. «Las variedades blancas (Pardina, Eva, Cayetana…) ya se están empezando a recoger. A mi gusta hablar de la cosecha real cuando ya está en la bodega toda la vendimia, porque estamos sujetos a las inclemencias meteorológicas que podrían cambiar las previsiones. De hecho, si lloviera 20 litros por metro cuadrado podríamos experimentar una subida del 20% de producción. Todavía queda uva en el campo. Tenemos una magnífica cosecha en cuanto a sanidad de la uva, pero con problemas de bajada de producción con respecto al año pasado», concluye.

Una de las reivindicaciones históricas de los agricultores es que venden por debajo de costes de producción. A todo esto hay que unir el descenso de consumo del vino a causa de la pandemia, que se traslada a los precios. Todo ello nos acerca a resultados indiscutiblemente poco rentables para los productores, alejados de los conseguidos en años anteriores.

Medidas urgentes

Así lo subraya Juan Moreno, portavoz de COAG Extremadura, quien prevé que la cosecha puede ser un 12% menor a las de las últimas cinco campañas, aunque podría variar hasta un 5% en función de las condiciones meteorológicas. Los agricultores también le han transmitido que la uva está pesando menos este año, ya que durante la sequía los racimos no se han desarrollado lo suficiente, aunque esto afecta a unas variedades más que a otras.

Moreno asegura que el sector vitivinícola «se encuentra totalmente abandonado» por las administraciones, tanto nacional como regional, en un panorama en el que el covid-19 tiene al sector de los bares y restaurantes en una situación complicada. En cuanto a las medidas que se han tomado con los temporeros considera que se están cumpliendo todas las medidas que tiene establecido Sanidad y que también influye que gran parte de la recogida de la uva se está realizando de forma mecanizada. «Por supuesto, insisto en que los agricultores cumplan a rajatabla todas las medidas para mantener la seguridad», incide.

El gran caballo de batalla para Moreno son los precios de la uva, ya que se encuentran por debajo de los del año pasado y «por debajo de los costes de producción». Junta de Extremadura y Ministerio de Agricultura tendrían que tener ya realizada, a su juicio, una evaluación de costes en la mayor parte de los cultivos para tener una referencia en los contratos. «No todas las producciones tienen los mismos costes. Las administraciones no han hecho sus deberes», concluye. Por eso Moreno reclama «medidas urgentes» con un “presupuesto extraordinario y suficiente para este sector por su importancia para Extremadura y España por su repercusión social, laboral y económica en la España rural.

UPA: «Campaña catastrófica»

Así Catalina García Reyes, secretaria regional del Vino de UPA-UCE y viticultora, es muy pesimista y califica la actual campaña como «catastrófica». Asegura que los precios bajos de la uva son los responsables de esta catástrofe, junto con una campaña inferior a la del año pasado que no llegara a los 3 millones de hectolitros previstos, porque según avanza la vendimia «vemos que la uva pesa muy poco. Eso sí está bien de graduación y de calidad. Nos quedaremos en 2,7 millones de hectolitros aproximadamente. Ha sido además un año complicado en el que se han tratado las vides».

En cuanto al covid-19, recuerda que los viticultores son los primeros interesados en que se cumplan todas las garantías y que la gran mayoría de los temporeros repiten de anteriores campañas y son conocidos por los agricultores. «Lo importante es tenerlos localizados a todos para saber sus contactos en el momento que exista algún problema».

Para Catalina un gran problema es que los precios de la uva estén por debajo de los costes de producción, a lo que se añade que ha habido que realizar tratamientos a las vides. Todos los precios han subido y todo repercute en la ruina del sector. «Con estos precios no cubrimos los costes de producción a pesar de que existe una ley que prohíbe vender por debajo de ellos. El sector tiene que reunirse para que la Interprofesional realice un contrato homologado y que todo el mundo lo respete».

Para paliar de alguna manera esta situación complicada se puso en marcha la Vendimia en Verde, un sistema de ayudas que pretende eliminar excedentes de vino en un mercado marcado por el bajo consumo de vino. Un total de 239 viticultores, de los más de 5.000 que existen en Extremadura, registraron sus correspondientes solicitudes de ayuda. De estos 239 solicitantes, solo se han aprobado el 11% de las mismas, o lo que es lo mismo 27 agraciados, lo que la organización agraria La Unión califica de «fracaso».

APAG: «Precios ruinosos»

Especialmente sangrante es el caso de la uva de cava y su precio ruinoso, que según estimaciones de la organización agraria APAG-Extremadura Asaja es un 25% menor al del año pasado, en un escenario donde además se prevé una baja de producción. El presidente de la organización, Juan Metidieri ha calculado que las pérdidas pueden suponer hasta los 600 euros por hectárea. El líder agrario insiste, al igual que sus compañeros, en que la Ley de la Cadena Alimentaria que se modificó en febrero es totalmente ineficaz: «Se repite la situación con unos precios de miseria que ni siquiera cubren los costes de producción», indica. En nota de prensa, explica que «no se puede vender por debajo de los costes de producción» y solicita a los responsables políticos «que se tomen medidas reales y eficaces, que se hable menos de lo que se quiere hacer y que de una vez por todas se solucione la crisis endémica de los bajos precios de nuestro campo». T