El manejo holístico que se está implementando en las fincas piloto del Grupo Operativo GoDehesa conllevará una mejora de la calidad y fertilidad de los suelos al permitir la recuperación y crecimiento vegetativo de la dehesa extremeña e incrementar, con ello, la productividad y rentabilidad de estas fincas con un aprovechamiento sostenible.
Este es el objetivo del Grupo Operativo GoDehesa, que está cofinanciado por el Feader de la Unión Europea, la Junta de Extremadura y el Gobierno de España y puesto en marcha por la Asociación para el Desarrollo del Tajo-Salor-Almonte (Tagus), Actyva Sociedad Cooperativa, Fundación Global Nature, la Fundación Cooprado, Cynara Cardúnculus, la Fundación Fernando Valhondo Calaff y Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura.
Tras realizar un primer estudio y análisis de la calidad de suelo en las ocho fincas piloto en las que se va a implantar el modelo de gestión del manejo holístico del ganado, el Grupo Operativo ha hallado mejores valores de suelo en una finca en la que ya se venía haciendo este manejo, por lo que estima que esos buenos resultados serán extensibles al conjunto de fincas gracias al proyecto que lleva a cabo GoDehesa.
Ahora, el Grupo Operativo está desarrollando el modelo de gestión del manejo holístico, consistente en el pastoreo del ganado gestionando los recursos existentes para conservar la dehesa y revertir la desertificación del territorio, y realizará nuevos análisis para detectar la mejora de la salud del suelo que se produzcan, evaluando el estado de la calidad del suelo, la regeneración del arbolado, la biodiversidad de plantas y el estado de la superficie del suelo.
GoDehesa considera que los resultados que se obtengan reflejarán que, desde que se pusieran en marcha las actuaciones del Grupo Operativo, se ha producido en el suelo de las cinco fincas piloto estudiadas unos valores adecuados para permitir el crecimiento de las plantas en la dehesa, determinando así que la implementación del manejo holístico en las fincas piloto de GoDehesa lleva a mejorar la calidad y fertilidad de los suelos y, de este modo, a una mayor rentabilidad y sostenibilidad de las fincas a través de la productividad de las prácticas.
