Emiliano Zamora de Alba, director de concurso de Cava de Extremadura recordó a Pierre Pérignon, monje benedictino a quien se le atribuye el descubrimiento del método champanoise. Se imaginó qué hubiera dicho de haber probado los cavas extremeños. Zamora de Alba indicó que en esta tercera edición de los Premios Espiga de Cava de Extremadura han participado 10 empresas que han aportado 49 muestras. Para la categoría de Cava menor de 15 g/l se han presentado 17 muestras. En las menores de 15 g/l 22 muestras; en la categoría Premium 10 muestras en total. Los resultados son muy alentadores con respecto a la segunda edición de los galardones ya que se ha presentado una empresa y 9 muestras más.

Primero se realizó una precata el 11 de octubre en la Estación Enológica de Almendralejo, de las que se seleccionaron los cavas que pasaron a la cata final que tuvo lugar el 19 de octubre en un hotel de Almendralejo. Otro punto importante en la cata-concurso ha sido el jurado calificador, compuesto por siete expertos. Seis de ellos ya han participado en ediciones anteriores a los que se ha sumado Fernando Gurucharri, presidente de la Unión Española de Catadores. Ha sido un jurado cualificado y especializado que realizado un riguroso trabajo, cuya imparcialidad está garantizada. El proceso además se ha realizado ante notario.

En todas las serie se ha empleado la ficha de cata recomendada por la Oficina Internacional del Vino (OIV), que puntúa de 0 a 100. Cualquier concurso que se realice bajo la tutela de la OIV en el que el vino obtenga entre 92 y 100 puntos sería considerado un Gran Oro, y entre 85 a 92 puntos, sería considerado Oro. El director de la cata aseguró que todos los cavas premiados han obtenido una puntuación por encima de 89 puntos y que los tres cavas que han logrado la Espiga de Oro superan los 92 puntos. Incluso indicó que algunos de los caldos que no han sido premiados tendrían un reconocimiento excepcional según el baremo de la OIV.