Llega el otoño y no sube el precio de la leche. El efecto positivo que tenía esta estación no se ha producido esta campaña y los ganaderos viven además una oleada de problemas que está poniendo en solfa la continuidad de sus explotaciones. En términos generales el precio al que las industrias compran la leche está actualmente un 40% por debajo de los del año 2014, considerado óptimo por los productores y un 20% por debajo de los del año pasado.

«Éste es el mes en que más dinero debería valer la leche, porque es cuando menos hay y a pesar de esto los precios que marcan las industrias no suben», explica Luis Rodríguez, gerente de Cooprado, cooperativa cacereña con más de 420 ganaderos asociados.

A este panorama adverso ha contribuido el fin de las cuotas lácteas de la leche de vaca y el famoso pacto lácteo de septiembre de 2015, que no ha tenido el efecto deseado. Más bien todo lo contrario. El tiempo le ha dado la razón a las organizaciones agrarias UPA y Coag, que no lo firmaron en su momento por considerarlo poco concreto.

Además, la abundancia de leche de vacuno es contraproducente. La explicación es que el queso que más se vende en España es el de mezcla. Con la leche de vaca barata los porcentajes han variado y la menor participación de leche de cabra y oveja ha acabado también tirando también por los suelos el precio de estas dos variedades. «Si ahora es cuando más alto tenía que estar nos tememos que cuando en primavera se triplique la producción éste se hunda hasta la ruina total para algunos ganaderos», indica Luis Rodríguez.

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) añade que los cambios en la PAC han sido muy dañinos para el ovino-caprino, especialmente. Así, la aplicación del coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP) en España está penalizando al sector. «Tenemos ganaderos que no han cobrado la PAC en los últimos dos años», asevera el responsable ganadero de UPA, Román Santalla.

José Manuel Sanz Timón, veterinario genetista, ganadero extremeño con ejercicio profesional en Toledo, y fundador de la cooperativa Unión de Productores de Caprino (Uniproca) explica que el fenómeno no es nuevo y que el sector lácteo vive una crisis de precios desde hace ya dos años, tras la liberalización de la producción de leche de vaca en la UE. A su juicio los bajos precios de la leche de cabra no son congruentes con una época del año en la que apenas hay producción y sí mucha demanda de producto. Sanz añade que la situación les ha llevado a exportar de nuevo leche de cabra a Francia los tres últimos meses de este año.

«Prueba de la crisis que vivimos es el incremento del sacrificio de cabras de producción de leche, un 20 por ciento de ellas en los últimos dos años. A matadero han ido ganaderías enteras», indica el fundador de Uniproca.

Asegura que «el gran problema de la leche de cabra es la de vaca», que ha aumentado su proporción en los quesos de mezcla, perjudicando a las otras dos especies productoras de leche.

«Creemos que ha habido un importante fraude en el etiquetado de los quesos de mezcla y algunos puros. Y eso se ha comunicado a la ministra de Agricultura en junio del 2015. Le pedimos que se tomaran muestras al azar a los quesos, porque nosotros habíamos hecho analíticas privadas y lo hemos detectado. Pero es la administración la que tiene las competencias», concluye.