La producción de aceite de oliva en las 134 almazaras existentes en Extremadura durante los dos primeros meses de la campaña 2019/2020 ha alcanzado la cantidad de 26.702,97 toneladas, según los datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios. De este volumen total, 20.726,50 toneladas corresponden a las 84 almazaras de la provincia de Badajoz y el resto, 5.976,47 toneladas, a las 50 ubicadas en la provincia de Cáceres. Las existencias de aceite de oliva a comienzos de octubre en las almazaras de la región eran de 7.006,50 toneladas.

Con datos provisionales a 30 de noviembre, las exportaciones de aceite de oliva extremeño en estos dos primeros meses de campaña se han cuantificado en 12.591,60 toneladas.

A nivel nacional, los datos muestran que la producción de aceite de este arranque del periodo de producción ha ascendido a 210.740,6 toneladas. De esta forma, se constata la existencia de un mayor ritmo de producción respecto de la campaña anterior favorecido, por el adelanto en la maduración, con volúmenes en noviembre similares a la media de las cuatro anteriores.

Por otro lado, los precios que se pagan en origen por el aceite de oliva han arrancado 2020 entre un 20% y un 30% más bajos que hace justo un año, reflejo de una tendencia a la baja que se prolonga desde mediados del 2017.

Así se desprende de los datos recogidos por los observatorios de precios Poolred e Infaoliva, que coinciden en la magnitud de la caída aunque apuntan a que ésta varía ligeramente en función de las categorías.

El litro de virgen extra retrocede entre un 20% y un 30%, y se sitúa en el entorno de los 2-2,1 euros; el virgen desciende un 24%, hasta los 1,75 euros; y el lampante baja más de un 20% y ronda los 1,7 euros.

El desplome de los precios es todavía más evidente si se compara con principios de 2018, cuando todas las categorías de aceite de oliva se colocaban por encima de los 3,3 euros por litro.

El sector del aceite español ha levantado la voz por la situación que vive y ha amenazado con nuevas protestas, y de hecho la Interprofesional —que agrupa tanto a olivareros como a cooperativas, industrias, envasadores y exportadores— ya reclamó en diciembre una reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante la gravedad de la crisis.

A una última campaña con más producción de lo habitual se suma la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos al aceite de oliva de origen español, lo que en la práctica dificulta sus ventas no sólo al país norteamericano, sino también a compañías italianas que lo envasaban bajo su marca para posteriormente comercializarlo en este mismo mercado.

Las medidas de Bruselas // Ante la caída de los precios, Bruselas ya autorizó activar la licitación de almacenamiento privado, un mecanismo a través del cual contribuye económicamente a la retirada temporal del mercado de una parte de la producción para que la oferta baje y los precios se recuperen.

Sin embargo, las dos primeras licitaciones —quedan todavía dos más— no han tenido los resultados esperados por el sector, e incluso el Gobierno español expresó su decepción por la «falta de ambición» de la Comisión Europea al considerar que no ha estado de momento «a la altura de la gravedad de la situación».

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha estimado que para que este sistema haga efecto sería necesario la retirada de unas 200.000 toneladas, cuando en las dos primeras apenas se autorizó el almacenamiento de unas 21.000.