La producción de aceite de oliva esta campaña rondará las 62.000 toneladas en la región, según las estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, que la califica como una campaña «normal». Esta cantidad se sitúa bastante por debajo de los registros de las dos anteriores, si bien entonces la comunidad se movió en niveles máximos del histórico.

«El sector del aceite de oliva ha tenido un crecimiento extraordinario en Extremadura y esta tendencia va continuar aunque ralentizada por los bajos precios, que están llevando a los agricultores a apostar por otros cultivos como la almendra», se indica desde las cooperativas, que esgrimen también que este factor, junto con producciones crecientes tanto a nivel español como mundial, y un consumo que no sube en la misma proporción, «es un problema coyuntural que puede convertirse en estructural. Por eso el sector tiene que tomar medidas para resolverlo, fundamentalmente orientadas a incrementar el consumo».

Igualmente, se incide en los efectos que han tenido los aranceles del 25% impuestos por EEUU, que han provocado, además de impedir que los aceites extremeños lleguen a este mercado, el incremento de las importaciones por parte de la industria envasadora nacional para mantener su competitividad en él. El estadounidense es el tercer país consumidor a nivel mundial, tras Italia y España «y con más proyección de crecimiento. El gobierno debe de hacer todos los esfuerzos para quitarle esta losa al sector y que podamos competir en igualdad de condiciones que otros países europeos como Italia, Portugal, o Grecia que se están beneficiando de esta situación».

Por último, se hace hincapié en que «en Extremadura tenemos iniciativas como la comercializadora cooperativa Umm o el grupo cooperativo Viñaoliva, que desarrollan proyectos de envasado y comercialización con la dimensión adecuada para atender mercados internacionales».