¿Cuál es su ocupación profesional?

Aparte de mi formación académica y mi trabajo como gerente de Cotabaco, que es una sociedad cooperativa, me gusta definirme como ‘agricultor/tabaquero’, porque así lo siento, lo sufro y, en menos ocasiones de las deseadas, lo disfruto.

Por tanto, es propietario de una explotación tabaquera.

Sí, soy tabaquero de tercera generación y llevo mi propia explotación desde el año 2003 que está ubicada en el municipio de Talayuela, en la provincia de Cáceres.

Nos dice también que es el gerente de una cooperativa, háblenos de ella.

Cotabaco es una cooperativa agraria de segundo grado que lleva funcionando desde 1990. Nos dedicamos exclusivamente al cultivo, curado y comercialización de la hoja verde de tabaco. Está compuesta por 143 socios que producen más de 3.600.000 kilogramos de tabaco curado, un 13% del total nacional.

¿Cómo es el proceso de comercialización del tabaco de los agricultores?

No es muy complicado. En el mes de marzo del año de la cosecha se suscriben los contratos de cultivo y compraventa entre las cooperativas y las empresas de primera transformación y la venta del producto comienza en el mes de septiembre y finaliza en el mes de febrero del año siguiente a la cosecha. En nuestro caso, en el de Cotabaco, más del 97% de la producción de nuestros socios se contrata y se vende a Cetarsa, empresa perteneciente al grupo SEPI, que contrata casi el 80% de la producción nacional; siendo un verdadero eje vertebrador del sector.

Realmente la relación existente entre Cetarsa y Cotabaco (y me atrevería a decir que entre la mayoría de las empresas de primera transformación y cooperativas), va más allá de una relación estricta cliente/proveedor, pues los intereses e inquietudes de ambas partes son los mismos. Claro que existen ‘tiras y aflojas’ a la hora del establecer el precio del producto, pero la colaboración en aspectos agronómicos, técnicos, administrativos, medioambientales, logísticos, fabriles, etcétera es total.

¿Cómo se ha desarrollado la presente campaña?

Agronómicamente, ha sido una campaña algo convulsa en lo que a la climatología se refiere: las lluvias de primavera retrasaron el trasplante; el verano ha sido extremadamente caluroso y, para finalizar, nos hemos visto afectados por las tormentas de los días 14 y 17 de septiembre que han siniestrado parte de la producción. Por lo demás, nada reseñable.

¿En cuánto se puede cuantificar las pérdidas debido a las tormentas?

Según fuentes de Agroseguro, la superficie afectada ha ascendido a algo más de 2.600 hectáreas, aproximadamente un 30% de la superficie que se cultiva en Extremadura; no obstante, la valoración de la pérdida de la producción real esperada aún no la conocemos. Es de agradecer la diligencia por parte de Agroseguro en atender, peritar y valorar todos los partes correspondientes a esas 2.600 hectáreas. El sector del tabaco es un sector muy especializado y muy bien estructurado, en el que el 98 % de los agricultores están agrupados en cooperativas o SAT; esto posibilita que prácticamente el 100% de la producción de tabaco de Extremadura esté asegurada mediante la línea específica de Agroseguro.

Háblenos un poco de los grandes números del sector a nivel regional.

Extremadura produce unos 28 millones de kilogramos de tabaco, lo que representa más del 99% de la producción nacional y nos sitúa como la mayor región productora de Europa. Debemos tener muy presente que, dentro de Extremadura, esta actividad está muy localizada en el Valle del Tiétar (Campo Arañuelo y La Vera) y, en menor medida, en el Valle del Alagón. El cultivo y la primera transformación de tabaco aportan a la provincia de Cáceres más de 139 millones de euros, el 2% de su PIB. El que más de 10.000 familias puedan vivir del cultivo y la primera transformación de tabaco en una región en la que la tasa de desempleo alcanza casi el 24% no es asunto baladí. Mención especial merece la tasa laboral femenina que genera la primera transformación del tabaco, pues el 54% de la plantilla lo acaparan mujeres. Así pues, nadie me podrá negar que esto es el verdadero desarrollo tural, una actividad que, sin complejos, permite fijar la población al medio rural, genera empleo de calidad y vertebra el territorio.

Decía al principio que disfruta menos veces de las deseadas en su actividad profesional, ¿a qué se debe?

Solo es una forma de hablar, una hipérbole. Si realmente no disfrutase con lo que hago, me dedicaría a otra cosa. Lo que no puedo negar es que, con los resultados obtenidos de nuestros análisis DAFO (ahora que está tan de moda esta herramienta de análisis empresarial), en ocasiones, nos resulta muy difícil encontrar una estrategia que nos permita vencer debilidades, dominar amenazas, impulsar fortalezas y aprovecharse de las oportunidades; lo que me provoca cierto desánimo.

¿Puede explicarlo más a fondo?

Internamente el sector del tabaco tiene, cuantitativamente, más fortalezas que debilidades: El sector presenta un alto grado de asociacionismo (el 98%) y de especialización (los agricultores/tabaqueros destinan más del 86% de su superficie exclusivamente al cultivo de tabaco; porcentaje que le sitúa como el sector más especializado de todos los sectores agrarios).

La edad media de los agricultores/tabaqueros es de 54 años, siendo el sector agrario menos envejecido a nivel nacional.

Es un sector en el que la trazabilidad es absoluta en todos los órdenes y niveles. Se trata de un sector medioambientalmente sostenible que trabaja constantemente en reducir su huella de carbono e hídrica y con un uso sostenible de productos fitosanitarios y fertilizantes:

• La práctica totalidad del cultivo de tabaco se realiza bajo el método de Producción Integrada, muy cercano a la agricultura ecológica.

• Más del 80% de la energía utilizada en el proceso del curado del tabaco proviene de biomasa, energía renovable neutra en emisiones de gases de efecto invernadero.

• La huella hídrica también es objeto de regulación y contención.

• Con LMR (Límites Máximos de Residuos) de fitosanitarios ajustados contractualmente que requieren una gestión óptima para un control eficaz y eficiente de plagas y enfermedades.

Como debilidades más destacables podríamos decir que:

• Es un sector poco diversificado, en el que los ingresos agrarios de los agricultores/tabaqueros suponen más de un 75% de sus ingresos.

• Existe un alto porcentaje de propietarios ‘minifundistas’: la superficie media de las explotaciones tabaqueras no alcanza las 10 hectáreas.

• Los suelos de la gran mayoría de las zonas tabaqueras son poco aptos para otro tipo de cultivos.

Todo esto provoca la imposibilidad de encontrar una alternativa agroeconómica y social real al cultivo del tabaco. Si nuestras debilidades internas pueden llegar a desanimar, las amenazas exteriores son preocupantes…

¿Cuáles son esas amenazas que tanto le preocupan?

Sin entrar en los costes de producción; en las restricciones, cada más mayores, en el empleo de fitosanitarios; en la nueva reforma de la PAC, que para esto necesitaría un diario completo; etcétera. y centrándonos exclusivamente en los aspectos comerciales, la verdad es que estamos preocupados por la actitud poco sostenible y responsable de la cigarrera British American Tobacco (BAT).

El mercado del tabaco a nivel mundial está dominado por cuatro grandes manufactureras: Imperial Brands, Philips Morris, Japan Tobacco International y BAT. De todas ellas, las tres primeras mantienen un importante compromiso con la sostenibilidad del sector de tabaco español; adquiriendo gran parte del tabaco producido por los agricultores españoles y transformado por nuestras empresas de primera transformación.

Sin embargo, BAT, que comercializa las marcas Lucky Strike, Rothmans y Pall Mall, entre otras, a pesar de haber vendido en España en el año 2019 un total de 265 millones de cajetillas de tabaco, con un volumen de facturación de más de mil millones de euros y una cuota de mercado superior al 12%, no compra ni una sola hoja de tabaco español. Sinceramente, no encuentro ningún argumento que justifique que esta gran compañía, tan comprometida social y económicamente con otras comarcas tabaqueras, no participe en la sostenibilidad del sector tabaquero español.