La siniestralidad del seguro agrario superó los 55 millones de euros en Extremadura durante el 2019, importe que supone alrededor de un 8,5% del total de las compensaciones concedidas a nivel nacional, donde se sobrepasaron los 640 millones de euros, según el balance realizado por Agroseguro. Cereales, cereza, cítricos, frutales, almendra, uva de vinificación y hortalizas fueron los cultivos más afectados por imprevistos. En general, en España el año fue «meteorológicamente muy inestable, aunque algo más benévolo, en términos de indemnizaciones, que los anteriores», se asegura desde esta entidad. En este sentido, se precisa que «los tres últimos ejercicios se encuentran entre los cuatro más severos de la historia del seguro agrario, solo por detrás de 2012».

En esta misma línea, en Extremadura el volumen de las compensaciones aprobadas el año pasado quedó bastante por debajo del que hubo en el 2018 (71,87 millones) y fue similar al del 2017 (56,6 millones).

Durante el 2019, en torno a la mitad del importe resarcido en Extremadura (25,83 millones de euros) correspondió a los frutales. Solo otra comunidad, Murcia, presenta un montante superior dentro de este sector (54,6 millones). Entre ambas autonomías concentran prácticamente el 70% del total.

En el caso extremeño, esta elevada cuantía tuvo su origen fundamentalmente en el pedrisco, un fenómeno con unas secuelas muy evidente en las campañas frutícolas, «ya que los impactos, tanto en frutos como en brotes productivos, provocan normalmente la destrucción de estos». Además, de toda la contratación asegurada, más de un 90% lo está en la modalidad de calidad alta, por lo que los daños suelen ser muy intensos», apunta Agroseguro en su informe.

Badajoz fue la provincia española donde más hectáreas sufrieron el ataque del pedrisco, con 7.268, la gran mayoría de ellas distribuida a partes iguales entre ciruela (3.461) y melocotón (3.418). A continuación aparece Murcia, con 5,680 hectáreas y, en tercer lugar, Cáceres, con 2.065 (1.006 de melocotón y 936 de ciruela). «Llama la atención que estos fenómenos se producen cada vez en fechas más tempranas. Desde mediados de marzo, se han registrado distintos episodios de pedrisco, siendo los de mayor intensidad los ocurridos en Extremadura en abril», se resalta.

Así, el día 6 de ese mes el granizo grueso «recorrió toda la zona productora», golpeando en especial a las comarcas de Don Benito y Logrosán y a las colindantes de Puebla de Alcocer y Trujillo. También se produjeron siniestros, aunque en menor grado, en las comarcas de Mérida y Badajoz. Además, los días 18 y 23 de abril llegaron nuevas tormentas que ampliaron y agravaron el estropicio causado en los cultivos.

Dentro de la línea de aseguramiento de uva de vinificación, concluidas las tasaciones definitivas de todas las zonas productoras, estas arrojan un cómputo de 31,2 millones de euros para el 2019, de los que poco más de dos millones son de superficie situada en Extremadura. Lejos, en cualquier caso, de los 10,9 millones de Castilla-La Mancha o de los 9 millones de La Rioja, que encabeza de manera muy destacada este ‘ranking’.

Por otro lado, cereales y leguminosas acusaron la falta de lluvias y las altas temperaturas —olas de calor incluidas— que se vivieron durante la primavera y el inicio del verano. En España, las indemnizaciones por ello ascendieron a 96,3 millones para una superficie que rondó el millón de hectáreas, de las que 14.831 eran extremeñas. Con 600.000 figura Castilla y León y con 155.000 Castilla-La Mancha, las dos zonas de producción cerealista más importantes de España. La comunidad extremeña fue, eso sí, donde la relación entre superficie contratada e indemnizada fue mayor (67%), al menos entre las siete que ofrecen producciones significativas.

A los daños causados por la sequía en el cereal habría que sumar los que ocasionó en pastos (24 millones) mientras que en el girasol el calor y la ausencia de precipitaciones afectó a 232.395 hectáreas (3.817 en Extremadura).

En cuanto a la línea de seguro de explotaciones olivareras, la sequía también les ocasionó importantes perjuicios tanto en la aceituna de verdeo como en la de almazara. En total, las indemnizaciones ascendieron a 21,1 millones, casi todos con destino a Andalucía, donde está la mayor proporción del terreno asegurado, con casi 18 millones de euros. A continuación, a mucha distancia, se encuentra ya Extremadura, con un millón de euros.