Pedro Sánchez cometió un desliz durante su discurso inaugural. Rememoró una anécdota con el presidente Chino, del que dijo que elogió el sabor del «jamón serrano», confundiéndolo obviamente con el ibérico que se elabora en Extremadura. Este lapsus ha indignado a la organización Agraria Asaja Extremadura, que anunció que enviaría un jamón ibérico a Moncloa para que Sánchez no volviera a confundirse.

De la misma manera, la diputada de Unidas Podemos, Irene de Miguel, regaló ayer al ministro de Agricultura, Luis Planas, una botella de cava extremeño al término de su intervención sobre el escenario ‘Post PAC 2020’. Se trataba de un obsequio ‘con doble intención’, en protesta por la decisión del Consejo de Ministros de ceder a la DO Cava la iniciativa de ampliar o no la superficie de cultivo, lo que perjudicará a los productores extremeños.