El empresario Atanasio Naranjo ha sido reelegido presidente de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex) después de que la asamblea celebrada ayer en Agroexpo le pidiese su continuidad.

Una de las condiciones puestas por Naranjo para decir «sí» es dar paso a nuevas generaciones de la fruticultura en la directiva.

El colectivo le ha pedido que siga para hacer frente a momentos inciertos del sector debido a la crisis que atraviesa la fruta de hueso, que ha sustentado la fruticultura en estos últimos veinte años, asomándose al horizonte frutícola el retomar cultivos en pepita, «sin haber hecho previamente los deberes sanitarios».

Según el presidente de Afruex, «es evidente que hay una crisis de precios, que está motivando la movilización de productores en tractoradas, a lo que hay que sumar la influencia de la subida del salario mínimo interprofesional; una medida que afecta a sectores sociales como éste y afecta a unas regiones más que otras”.

Según Atanasio Naranjo «hay provincias y comunidades donde disponen de convenios específicos para el sector, pero nosotros nos regimos por el convenio del campo, que está pilotado por organizaciones agrarias que no tienen peso en el sector hortofrutícola y sindicatos que no tienen peso en el sector agrario».

El presidente de Afruex sostiene que en nuestra región se dan singularidades que no hacen recomendable el tocar «por decreto y de golpe» el salario mínimo interprofesional. «Estamos de acuerdo en que se suba e incluso deseamos que la subida fuese mayor, pero hay que reparar en las consecuencias. El sector frutícola no está preparado para asumirlo de golpe, ha de haber una flexibilidad y así se lo he transmitido al presidente de la Junta y a los sindicatos»

Naranjo advierte de que «si se ponen pinchos en las ruedas de la economía social, estaremos finalmente haciendo políticas activas de desempleo, aunque se pretenda lo contrario».

El presidente de Afruex insiste en tener en cuenta las singularidades de esta región, muy alejada de los mercados principales y donde hay un coste añadido por el transporte. Naranjo aboga por medidas que den estabilidad al sector porque «si siguen cambiando cosas mediante decretos, pues vamos a estar muy enfadados. Que conste que todos estamos en el mismo barco y no estoy discutiendo el salario, sino la eficiencia, el rendimiento y la preparación». Naranjo advierte de que es momento de dialogar, pues la campaña agrícola empieza y es importante la paz social.

En otro orden de cosas, ha demandado que se implanten titulaciones hortofrutícolas, algo de lo que carece Extremadura, cuando sin embargo hay estudios de equitación y de mayorales.