Plasencia es una ciudad para comérsela. La ‘perla del Jerte’ es un lugar perfecto para tapear, para deleitarse con sus maestros de los fogones y para descubrir la extensa oferta de platos singulares de todas las comarcas del norte extremeño. Plasencia es estandarte y ejemplo de una cocina extremeña sin complejos que embelesa al viajero por sus sorprendentes sabores y texturas. Hoy a las 13.00 horas presentará esa oferta en el estand de Extremadura en Fitur.

Es conocido el papel de Extremadura como ‘despensa de Extremadura’. Sus dehesas ofrecen viandas de sabor natural que satisfacen las exigencias de los paladares más exigentes, como es el caso de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura. En Plasencia podrás degustar jamón ibérico, pero también una Torta del Casar, Pimentón de la Vera, aceites de Gata-Hurdes cerezas de calidad única o miel de Hurdes o las Villuercas-Ibores en su máximo esplendor. Los viajeros que visitan Plasencia saben que están en el territorio de lo auténtico. Si tienes suerte y es temporada en Plasencia las setas son una delicia: boletos, cesáreas, níscalos, criadillas de tierra… La cocina del norte de la región es todo un ejemplo de convivencia y heredera de todas las culturas que pasaron por ella: romanos, judíos, árabes… Con el descubrimiento de América, la patata y el tomate se incorporan a los ingredientes del recetario.

En Extremadura está el origen de la gran cocina y prueba de ello es que los soldados de Napoleón se llevaron el recetario del Monasterio de Alcántara como parte de su botín, considerado piedra angular de las recetas modernas.

HISTORIA. Muy importante es la presencia del emperador Carlos V en Yuste. Allí mandó traer espárragos, caza, ostras vivas, anchoas, sardinas, y mariscos que se conservaban en nieve. En el siglo XX los productos más excelentes de la región se amparan a través de Denominaciones de Origen Protegidas y actualmente la restauración extremeña se inserta dentro de la cocina de vanguardia gracias a la incorporación de novedosas técnicas a las recetas de la abuela. El Parador de Plasencia es una excelente opción para conocerla.

En Plasencia hay una Escuela Municipal de Cocina donde se forman muchos maestros de los fogones. Recibió el premio de Gastronomía de los Galardones de Turismo de El Periódico Extremadura y en verano organiza unos divertidos talleres culinarios para todos los públicos. Una propuesta de la Escuela Municipal de Cocina puede ser un zorongollo, truchas del Jerte, queso fresco con miel y derivados de la cereza. Plasencia es perfecta para el tapeo, una forma de disfrutar de la cocina de autor de forma más económica y divertida. Es costumbre que en muchos establecimientos se ofrezca un pincho gratis al cliente con su bebida. En Plasencia hay auténticos ‘miniplatos’ que se obsequian a los comensales por solo pedir un vino, por ejemplo. Las terrazas placentinas son perfectas para desayunar, almorzar, merendar o cenar. El viajero puede conocer la elegancia señorial, su festival folk, y sus cervezas artesanas en la ‘gastrociudad’ que es Plasencia. Cocina serrana, sefardí y cristiana repartida en sus restaurantes, bares y tabernas, con la posibilidad de disfrutar de dos catedrales, su muralla y de la fiesta del Martes Mayor, en agosto.

Plasencia también es un espacio para disfrutar en bicicleta y para practicar actividades como el piragüismo o el senderismo. Días antes de la celebración de la Feria Internacional de Ornitología acoge ArteFIO, un programa de actividades para todos los públicos. Observación de estrellas en Torre Lucía, concursos de pintura en la calle y dibujo infantil, ruta ornitológica por el conjunto monumental, música, talleres de manualidades y catas de aceite extremeño son algunas de las propuestas.

De otro lado, Plasencia es también un espacio perfecto para la celebración de congresos y encuentros profesionales. Su Palacio de Congresos, hermoso por su continente como por su contenido, es el lugar ideal para celebrar eventos y de hecho fue el año pasado portada de la revista Air Nostrum Inflight Magazine.

Igualmente, la ciudad espera lograr en los próximos años que su Semana Santa sea considerada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Es por ello que desde la Unión de Cofradías y Hermandades Penitenciales de Plasencia se ha planificado una serie de acciones con el apoyo del empresariado local. De esta manera, el cartel de la Semana Santa se presentará en una cena cultural y se va a participado en programas de radio en Madrid donde se ha puesto en valor las estaciones de penitencia que tienen lugar durante la Semana de Pasión.