A lbalá consolida año tras año su fiesta de las Tablas, que se celebran en diciembre y en la que tienen un especial protagonismo los quintos del municipio. Cada año del 24 al 27 de diciembre se celebra esta festividad cuyos orígenes se remontan al siglo XV como una forma de conmemorar el nacimiento del Niño Jesús. Con el tiempo se ha transformado en un festejo que, además, tiene reminiscencias de la fertilidad y el cambio de estación. Se celebra desde hace ya 150 años.

Los quintos, los muchachos y muchachas que en el año en curso cumplen 19 años, son los elementos esenciales de Las Tablas y se visten con los trajes típicos de Albalá para asistir la noche del 24 de diciembre a la hoguera donde se queman madera y muebles viejos de los vecinos. Los habitantes de Albalá cantan y bailan canciones populares junto a esa hoguera ancestral hasta bien entrada la madrugada. Juan Rodríguez, alcalde de Albalá, recalca que participar en este festejo despierta “grandes sentimientos” entre los vecinos e invita a todos a vivir esta gran fiesta que aspira a ser declarada de Interés Turístico Regional. Igualmente hay que subrayar que los quintos son los que se encargan de fabricar las tablas, que están muy ornamentadas, trabajo en el que invierten cinco días.

Tras la gran hoguera de Nochebuena los días 25, 26 y 27 de diciembre al finalizar la misa de doce los quintos recorren las calles con una tabla rectangular adornada de panes, naranjas, flores y cintas de colores. El resto canta y baila al son de los instrumentos, entre los que no faltan las castañuelas.

Las tablas -por las que se puja en la puerta de la iglesia- tienen 1,20 metros por medio metro de ancho. El peso es considerable: 45 kilos. Se llevan por parejas que se van alternando con los demás quintos. Los participantes paran en las calles del pueblo, en la que se va sumando vecinos que bailan alrededor de la tabla, a la vez que se agasaja con vino y aperitivos.

Muy importante es la indumentaria típica, el refajo de diferentes bordados y vistosos colores, camisas blanca o negra y pañuelo de colores o corpiño. También lleva en el caso de los hombres un pantalón negro, con chaleco del mismo color, camisa blanca y fajín rojo, así como un pañuelo bordado de tres puntas que cae sobre sus hombres y que lleva las iniciales del quinto.

Además, Albalá destaca por dos importantes citas ganaderas: la Feria del Caballo y la Feria de Ganado Selecto. La primera de ellas llega este año a su vigésimo primer edición. Cuenta con la presencia de cerca de una treintena de ganaderías de ejemplares selectos de Caballos de Pura Raza Española. Unos 4.000 aficionados visitan el mercado de ganado de Alabá interesados en estos ejemplares. Destaca un veterano concurso morfológico que es plataforma para otros encuentros como el famoso Salón Internacional de Caballos de Pura Raza Española de Sevilla. Esta feria nació de la iniciativa de un grupo de aficionados de Albalá.

La otra gran cita es la Feria de Ganado Selecto, que este año cumple quince ediciones y que ya tiene categoría de feria nacional oficial. Cerca de treinta ganaderías y una representación de 120 animales. Están presentes las razas limusina, charolesa y Blonde de Aquitania.