Ni siquiera el aliento de Lewis Hamilton en su cogote en tres cuartos de carrera, ni con Fernando Alonso jugándole el liderato en la arrancada y taponándole después, ni con el KERS medio inutilizado cuando más lo necesitaba, ni así Sebastian Vettel cometió el más mínimo error, ni así el Red Bull da síntomas de poder ser superado. El campeón alemán sumó su cuarta victoria en cinco carreras. Solo ha dejado escapar siete puntos de 125, unas miguitas que no hacen sino enseñar como a Pulgarcito su camino al título. No hay quien pueda quebrar ese dedo índice que levanta al cielo cuando gana. Y ya van cuatro.

Y eso que no se lo ponen fácil. "Aún no me explico como Fernando (Alonso) llegó a mi altura y me cogió el interior en la primera curva". No solo se sorprendió él, también Lewis Hamilton e, incluso, Mark Webber que salía en la pole . Solucionados los problemas de embrague --fue lo único bueno del Ferrari, ayer--, Alonso volvió a demostrar que la salida es una de sus mejores virtudes, y no son pocas. Adelantó a los tres y se colocó líder. Levantó a toda la grada principal en su primer paso por meta y ahí aguantó como un héroe el acoso de Vettel que también había adelantado a Webber. "Era algo irreal, fruto de un milagro en la crono y otro en la salida", reconoció el campeón asturiano.

GRAN VETTEL Pero en casa, ante los suyos, peleó hasta donde pudo. Clavó la estrategia de Vettel y se detuvo una vuelta después en la primera de las cuatro paradas realizadas por los cinco primeros, todos menos Jenson Button. "La salida fue horrible, creo que pasé la segunda curva en el puesto 11 o 12, pero el equipo eligió una buena estrategia a tres paradas", celebró el segundo inglés de McLaren.

Alonso aguantó hasta la segunda parada. Vettel está vez sí superó a Alonso en boxes y el asturiano casi pierde la segunda plaza frente a Mark Webber en el pit lane porque, una vez más, los mecánicos de Red Bull fueron más rápidos que los de Ferrari. Pero Hamilton aguantó cuatro vueltas más en pista a un ritmo demoledor y, tras su parada, salió por delante de Alonso y pegado al alerón trasero de Vettel, que ya no perdió de vista más en toda la carrera. Pero agotados los tres juegos de neumáticos blandos, llegó la tercera parada, el cuarto set de gomas, inevitablemente duras. Y ahí llegó el viacrucis para Alonso. Perdió tres segundos por vuelta, ¡tres segundos por vuelta!, aunque seguía manteniendo a raya a Webber. Pero Button, que había conservado muy bien sus ruedas blandas, adelantó a ambos en dos vueltas. Primero al australiano en la recta y, después, al Ferrari en la cruva 10: "Sabía que Alonso reservaba todo su KERS para la recta y yo solo tenía una oportunidad en otro lado de la pista".

Iba tan mal el Ferrari que "pensaba que era un juego defectuoso de gomas --desveló a Alonso-- por eso adelantamos mucho la cuarta parada, pero todo siguió igual".

Suerte que el sexto, Michael Schumahcer, estaba lejos. A partir de ahí, se dedicó a esperar impotente que le doblaran, a completar la carrera, la suya, y "ver por las pantallas" el resto, sobre todo, la lucha entre Hamilton y Vettel. "Sentí a Lewis siempre detrás de mí, y todo se complicó cuando me dijeron a 10 vueltas de final que no tenía KERS", contó Vettel. Pero ni así es vulnerable el RB7. "Tienen tanta carga aerodinámica que Vettel volaba en la última curva, se escapaba al principio de la recta y nunca llegué a tener oportunidad de adelantarle", lamentó el inglés, el único capaz de inquietar al campeón, que camina tranquilo hacia otro título.