"No cambio pilotar para Ferrari por ganar títulos en Red Bull", sostiene Fernando Alonso cuando alguien le recuerda que, a finales de 2007, rechazó una oferta para fichar por el equipo que ahora arrasa. Algo tiene il Cavallino que hace feliz a un piloto, que le empapa de un espíritu especial, el mismo que comenzó con la primera victoria de la Scudería, en 1951, en Silverstone.

Con aquel coche, un precioso 375F1, con el que el argentino José Froilán González inauguró el palmarés rojo, con la misma unidad --propiedad de Bernie Ecclestone--, completó Alonso una vuelta al mismo trazado seis décadas después.

"Buff, menos mal que aún estaba seco, qué locura. ¿Has visto como suena? Es ensordecedor". La completó a toda pastilla, haciendo derrapar la joya, como la conducía González. Fue el preludio de su primera victoria del año, 10 carreras después de aquella en Corea que tanto le acercó al título el año pasado.

"Hemos conseguido esta victoria con los hijos de quienes lograron la primera en este circuito, con la misma pasión y el mismo amor por las carreras en Ferrari", dijo borracho de felicidad el Nanu, que no piensa, ni por asomo, en el título. "La distancia es demasiado grande. Eso sí, iremos a tope en cada GP, a tope". Como ayer, como en Valencia, como en Canadá o Mónaco. "Hace cuatro carreras estábamos a un segundo y medio, y ahora hemos llegado a estar 20 segundos por delante de los dos Red Bull".

Problemas

Y eso que todo se complicó con el chaparrón media hora antes de la carrera. "En algunas zonas estaba muy mojado y, en otras, muy seco, por lo que había que mantenerse en la pista y no cometer errores porque sabíamos que las gomas intermedias se iban a acabar rápidamente en la zona de seco", explicó Alonso.

La fiesta en Ferrari fue total. La mano izquierda con la que Alonso maneja el interior del taller rojo ha vuelto a ser clave para la recuperación no solo de la competitividad del coche, sino también del ánimo del equipo.

Fue Alonso, precisamente, quien no quiso que errores como los cometidos en Canadá, cuando le dijeron que pusiese el mapa motor en el punto 5 cuando solo tenía 4 o que lo hiciesen parar en boxes cuando acababa de entrar Massa, saliesen a la luz pública y desestabilizasen a la Scuderia.