El 'paddock' de la F-1 en Mónaco se ha indignado tras conocerse que Mercedes realizó tres días de test la semana pasada en Montmeló con el coche de este año y los nuevos neumáticos Pirelli que se estrenarán a partir del próximo GP de Canadá.

Los test privados están prohibidos por el acuerdo entre los equipos, pero es verdad que el contrato de Pirelli con la F-1 contempla la posibilidad de que la firma pueda pedir "un test a un equipo con objeto de mejorar la seguridad o el desarrollo de los neumáticos". "Lo que nos molesta más ha sido que nadie se enterara, que no se ofreciera a todos los equipos, en general, la falta de transparencia", criticó Christian Horner, director de Red Bull.

En Ferrari, esperan a "una aclaración por parte de Pirelli y la FIA sobre el asunto. Queremos tener más información antes de plantearnos una queja formal", asegura su departamento de comunicación. El test se llevó a cabo durante tres días con un total de 1.000 kilómetros, y supone una extraordinaria ventaja para Mercedes, el equipo que más problemas tenía de degradación y que ha copado la 'pole' en el GP de Mónaco que se disputa hoy a las 14.00 horas. Pirelli está a la espera además, de que se prorrogue su contrato con la F-1 que vence a finales de esta temporada.