La de dos semanas atrás fue una victoria clave para Lewis Hamilton (Mercedes), más por la emotividad de ganar en casa de Ferrari, en el GP de Italia, que por un golpe en clasificación, que también. El triunfo de Singapur de hoy ofrece muchas más lecturas positivas, porque el inglés, en estado de gracia, se anotó el séptimo triunfo del año en el circuito menos favorable para Mercedes de todo el Mundial. Su ventaja al frente de la clasificación, sube de 30 a 40 puntos (281 a 241), y ya se mueve en márgenes para pensar que Ferrari está desaprovechando demasiadas ocasiones en demasiados circuitos en los que debería finalizar por delante de su gran rival. Es su victoria número 69. El equipo nunca ha perdido la fe en mí, pero ha sido una carrera muy larga en la que Max (Verstappen, Red Bull) nunca dejó de presionarme, dijo extenuado tras completar la carrera más dura en el aspecto físico de todo el año.

Salida muy peleada

Esta vez, Sebastian Vettel (Ferrari) se mantuvo frío y utilizó la cabeza frente a Max Verstappen (Red Bull) en la salida de un gran premio en la que el año pasado tiró a la basura sus opciones al título, El alemán buscó el adelantamiento en la primera curva sobre el holandés. Lo tenía superado por el exterior, pero sabedor de cómo se comporta Verstappen, levantó y esperó una oportunidad más clara en la curva cuatro, cuando menos se los esperaba el joven piloto de Red Bull. Vettel se colocó segundo tras Hamilton y todo el mundo esperaba el momento para comprobar el potencial de Ferrari, después de que el alemán minusvalorara la gesta en la clasificación de Hamilton afirmando, que su vuelta, la del inglés, la que le valió la pole, era batible por su coche.

Tras cuatro vueltas neutralizadas por el coche de seguridad los dos Force India se tocaron en la primera curva Hamilton redujo el ritmo de carrera a su antojo protegido por un trazado en el que casi es imposible adelantar entre coches iguales o similares. Rodaba 12 segundos más lentos que el tiempo de pole, sabedor de que tirar y sacar ventaja podría dejarle con el trasero al aire si otro coche de seguridad entraba en pista.

El ataque de Hamilton

A Hamilton le interesaba un inicio lento hasta que en la vuelta 13, el inglés tocó a zafarrancho. Ferrari optó por intentar entonces un undercut y mandaron entrar a boxes a Vettel, que colocó el segundo neumático más blando de los disponibles. Mercedes hizo entrar a Hamilton un giro después para cubrirse de Vettel, pero en su caso optaron por montar el neumático más duro. El muro de Ferrari erró por completo. Vettel no estaba a menos de un segundo de Hamilton como para intentar el undercut, y luego equivocaron la elección del segundo set de neumáticos.

Y por si fuera poco, su parada temprana le hizo regresar a pista con más tráfico que Hamilton. Vettel regresó tras el coche de Checo Pérez, que le obstaculizó dos vueltas. En el muro de Red Bull vieron las dificultades del alemán y mandaron entrar a Verstappen, que salió por delante del Ferrari, tras ganar de nuevo un rueda contra rueda en la primera curva a Vettel al salir de la calle de boxes. El equipo diseñó una estrategia muy buena y no podía aspirar a nada más alto, confirmó Verstappen. Nunca estuve convencido de llegar hasta el final con unos neumáticos que no llevaba ningún otro piloto en la cabeza. No hemos tenido ninguna oportunidad, confirmó Vettel.

Alonso, el primero de 'los otros'

El muro de Ferrari tiró a la basura lo que Vettel había logrado en pista, el adelantamiento a Verstappen, lo que dulcificó la carrera a Hamilton. El inglés pilotó como una máquina, al ritmo que le interesó en cada momento, muy bien guiado por su muro. Solo los doblados complicaron la vida del pentacampeón de Mercedes. Los Force India, Hass, Sauber y Renault, regresaron de la parada en boxes tras los lentísimos Williams a los que no podían pasar en un trazado tan estrecho. En realidad, salvo los Ferrari, Mercedes y Red Bull, que juegan en otra Liga, solo Fernando Alonso y Carlos Sainz no cayeron en la trampa de Williams. Esa fue la clave para que atraparan un séptimo y un octavo de mérito en este trazado y con el abandono de un solo coche.

El joven Charles Leclerc, que vestirá de rojo Ferrar el próximo año, fue el primero en librarse del Williams de Sirotkin. Después le llegó el turno a Pérez que acabó impactando fue sancionado y cuando Hulkenberg, Grosejean, Magnussen y compañía intentaban el adelantamiento en plena frustración, no hicieron ningún caso a las banderas azules que les obligaban a apartarse al paso de Hamilton. Están locos se quejó el inglés por radio que vio cómo se esfumaba toda la ventaja frente a Verstappen. Pero una vez librado del lío, el ingles sacó el martillo, el Hammertime para abrir de nuevo hueco frente al holandés, mientras Vettel, en la tercera posición, pensaba más en mantener esa plaza frente al empuje de Valteri Bottas, que de mirar hacia los dos primeros