Ha sido y es uno de los más grandes del automovilismo mundial pero su brillante carrera deportiva no ha estado exenta de polémicas. Michael Schumacher, que siempre ha apostado por competir al límite de la ley y sobrepasando algunas reglas dentro y fuera de la pista, volvió a protagonizar el pasado domingo un nuevo episodio de esos que no son dignos de alguien que ha sido siete veces campeón del mundo de F1.

Y volvió a ser en las calles de Mónaco donde en 2006 ya se las tuvo con el mismo compañero de baile: Fernando Alonso. La última de `Schumi´ sucedió en los últimos compases del GP.

El Safety Car salió por el accidente entre Karun Chandhok y Heikki Kovalainen. Cuando el coche de seguridad entró de nuevo en boxes -sin que Webber no hubiese sobrepasado la línea de meta-, Schumacher decidió poner las de `Villadiego´ y adelantó a un prudente y alucinado Alonso que sabía de sobras que en esos instantes no se podía hacer.

La carrera acabó con el alemán sexto y el español séptimo, pero la lógica se impuso y Alonso sería sexto después de la penalización de 20 segundos que se le colocó a Schumacher y que le dejó último y sin puntos en la manga monegasca.

Un desaguisado entre el equipo, que le dijo que podía pasar al asturiano y el alemán, que pese a su experiencia quedó retratadoEl caso es que no es la primera aunque debería ser la última vez que Schumacher protagoniza un incidente de este tipo. Sobre estas líneas hemos reflejado algunas de sus batallas al límite o fuera de la ley que, en algunos casos, le han supuesto importante penalizaciones e incluso la pérdida de algún título mundial como en 1994 o 1997.

Dicen que los grandes campeones son de una pasta especial y que en muchos casos sobrepasan los límites del reglamento. Pero el idolatrado alemán debería tener en cuenta que todas sus maniobras son ejemplo para las generaciones que suben.