El Mundial cinco estrellas, el de los cinco campeones del mundo 40 años después, no sería lo mismo si dos de ellos, Lewis Hamilton y Jenson Button, comenzaran lastrados por un coche poco competitivo. No será así. El arreón técnico en McLaren les ha hecho ganar un segundo en poco más de dos semanas, suficiente para unirse a la fiesta junto a Red Bull, Ferrari y Mercedes. La incógnita sobre el rendimiento de los neumáticos, la disparidad de estrategias con tres o cuatro paradas y el devastador circuito de Albert Park desaconsejan cualquier pronóstico ante el Gran Premio de Australia (domingo, 8.00 h. La Sexta) con el que arranca el campeonato.

RUEDAS, LA INCOGNITA Aún en el terreno de la igualdad, conviene ser primero o segundo en la primera carrera. El podio de Melbourne ha marcado, en los últimos 15 años, la tendencia del campeonato. Siempre. Dicen que habrán más adelantamientos, ya veremos. "No sabemos aún lo que puede pasar en carrera. Puede que un set de gomas dure 10 vueltas o 30 años. Es una incógnita", avanzó ayer Fernando Alonso.

El Mundial ha pasado de un cambio de ruedas por obligación a una estrategia de tres o cuatro paradas. El año pasado, Alonso, Kobayashi, Vettel o Webber comprobaron la duración de los antiguos Bridgestone al completar todas las vueltas menos una --a veces la primera, otras, la última-- con un suelo juego de neumáticos blandos, o duros, daba igual. Solo el reglamento les obligaba a parar. Que se olviden este año.

"Este circuito castiga menos las ruedas que Barcelona. Puede que tres paradas sean suficientes", reflexiona Alonso. Para improvisar sobre la marcha cuenta con la experiencia de Pat Fry, al que conoce de su etapa en McLaren. Fichado el año pasado por Ferrari, será ahora el encargado de tomar las decisiones desde el muro en lugar de Chris Dyer, el responsable del desastre de Abu Dabi, al que no se le conoce ocupación actual en Maranello, la fábrica roja. Todo puede pasar con los neumáticos. Sebastian Vettel finalizó con un agujero en uno de sus neumáticos el viernes. ¿Una ampolla? "No, parecía un mordisco por subir un bordillo", aclaran en Pirelli, que no descarta gomas defectuosas en este inicio.

MCLAREN QUIERE PODIO Tan solo una décima separó a los dos McLaren, el Ferrari de Alonso y al Red Bull de Vettel en los ensayos de ayer, algo inaudito la temporada pasada. El equilibrio parece máximo, porque en McLaren están de vuelta. "Ha sido un milagro, aún estamos alucinando", confiesa una fuente de McLaren, que añade: "No estamos todavía para ganar, pero el podio sí parece ahora a nuestro alcance".

Se equivocaron en el diseño del coche y, en semanas, en días, en horas, construyeron rápidamente una trasera completamente nueva que funcionó a la primera, incluido ese horrible difusor trasero blanco --parece un electrodoméstico-- con pintura aislante para "que no se deteriore con los gases del escape".

McLaren ha vuelto a tiempo para unirse al grupo al que se asoma Mercedes (aunque Michael Schumacher se niega a soñar, de momento) y que no pierden de vista los Williams. Todos juntitos y con más posibilidades de adelantarse gracias al alerón móvil. "No me importa lo que digan en Red Bull. Si accionas ese alerón, el adelantamiento es más fácil", confirma el británico Lewis Hamilton (McLaren), el mejor especialista de la parrilla en esa maniobra.