La firma italiana de neumáticos Pirelli, proveedora en exclusiva del Mundial de F-1, ha llegado a la conclusión de que la rueda trasera derecha del Ferrari del tetracampeón alemán Sebastian Vettel estalló, cuando era líder del Gran Premio de Austria, en la vuelta 27 de carrera, “pinchada por algún residuo u objeto que había en la pista”, nunca por un defecto de fabricación o desgaste.

La explosión, que se produjo a 280 kms/h. cuando Vettel era líder de la carrera, pudo haber significado un accidente muy grave para el campeón alemán, que controló perfectamente los derrapajes y cambios de dirección que, de pronto, tuvo su monoplaza.

“Analizamos todos los datos y compartimos la información con el equipo Ferrari, hemos podido llegar a la conclusión de que, en efecto, la única causa posible de ese pinchazo fue que Vettel pasó por encima de algún residuo de otro coche y ello provocó el pinchazo”, señala la información de Pirelli.

NO HUBO SEÑAL DE ALARMA

Ferrari insiste en que “no tuvimos ninguna señal en la telemetría y tampoco ninguna advertencia de Sebastian ni de los sensores de la rueda para pensar que el neumático se desmoronase. Su rendimiento era bueno», aseguró el jefe ejecutivo del equipo de Maranello, Maurizio Arrivabene.

El comunicado de Pirelli cuenta que “las pocas partes que quedaron del neumático, y la profunda comparación con otras ruedas utilizadas en esa misma carrera, no revelan ningún indicio de fatiga ni fallo estructural en el neumático trasero derecho. Por tanto, la hipótesis es que el problema parece haber sido causado por algún resto sobre la pista, que llevó a la rotura del neumático, es la más adecuada».