De todos los adelantamientos, y fueron muchos en la accidentada carrera de Shangái, dos se salen de lo normal. Lewis Hamilton y Fernando Alonso, Fernando Alonso y Lewis Hamilton. No podían ser otros. Marcan la diferencia en la pista. Son capaces de lo que está vedado al resto. Fueron los únicos en intentarlo a la entrada de la calle de boxes, un pit lane muy especial, al que se llega a mucha velocidad, se estrecha y luego hay que abordar un codo de 90 grados que convierte la entrada en una trampa.

Allí, tras ese codo, se quedó Hamilton en el 2007, cuando en McLaren habían puesto a enfriar el champán para celebrar un título que fue para Kimi Raikkonen. Ahí adelantó ayer el inglés a Sebastian Vettel, el mismo lugar donde Alonso dio cuenta de Felipe Massa. "Perdí un poco de tracción en la última curva del circuito y Fernando se las arregló para cogerme el interior y me pasó al entrar en el pit . Terminé en un charco de agua y después tuve que esperar a que terminase su parada, así que perdí varias posiciones por ello".

El relato de Massa revela resignación. Después de dos carreras sufriendo el bajo ritmo de su compañero, Alonso se ha cansado de evitar riesgos. El título está en juego, cada punto es un tesoro y ayer, en esa maniobra, ganó un puñado. De no haberle adelantado, habría tenido que esperar por Massa en la parada, y habría sido él quien habría perdido posiciones. En cuatro carreras de cuatro, el asturiano se ha mostrado más rápido que su compañero.

Pique entre ferraristas

"Patinó a la entrada de la última curva y yo aproveché para salir un poco mejor y adelantarle en la entrada de la calle de talleres. Creo que si eso hubiese pasado con dos coches que no son del mismo color no se hablaba ni una línea", añadió Alonso, restándole importancia al incidente. De puertas hacia fuera, todo normal. Pero la cara de Felipe era seria, y la de Alonso reflejaba su incomodidad por la posibilidad de que se hable demasiado de este asunto. Después de contestar no menos de diez ocasiones en varios idiomas a la misma cuestión, Alonso dio su última versión a un periodista inglés que repitió la pregunta: "Puedes seguir preguntando todo lo que quieras, pero no vas a encontrar otra versión".

Hamilton eligió el mismo lugar que Alonso para adelantar a Vettel, aunque en su caso su lucha se prolongó mucho más. Después del cambio de ruedas, Vettel salió antes al pit , y Hamilton, que tiene su garaje después, salió cuando el alemán se acercaba a su posición. Salió igualmente, pero Vettel no varió su trayectoria pegado a la derecha. Hamilton llegó al final de la calle por dentro de la línea azul que marca el espacio de seguridad para los mecánicos del resto de equipos. Incluso llegaron a tocarse.

Conducción temeraria

Los comisarios anunciaron que investigarían el incidente tras la carrera y, finalmente, optaron por, simplemente, amonestar a los dos pilotos por conducir "de manera peligrosa".

"Cuando salí al pit me di cuenta de que Sebastian estaba allí, pugnamos, pero fue limpio", se justificó Hamilton, que confesó que le hubiese sorprendido una sanción. Vettel tiene otra opinión del incidente: "Yo iba por delante, tenía la ventaja, y no entiendo por qué Hamilton intentó echarme hacia la izquierda".