Nicolás Paz y María Jesús Barrantes pusieron en marcha en el 2006 Bethona International, una casa rural ubicada en Jerte que, aparte de la oferta habitual en este tipo de establecimientos, también organiza cursos de castellano para extranjeros.

Decidieron impartirlos porque no se trataba de una labor nueva para ellos, ya que ambos habían sido anteriormente profesores de español en Irlanda. Y se decidieron por Extremadura porque en la región vieron la posibilidad de desarrollar "un turismo sostenible y no estacional. Además, pensamos que aquí no se había hecho casi nada relacionando el turismo rural con el cultural", señala Nicolás.

Ellos se encargan del paquete turístico completo: alojamiento, enseñanza del español o visitas turísticas corren de su cuenta. En cuanto a los cursos, se trata de una formación intensiva, normalmente de quince días --cuarenta horas lectivas--, a los que hasta ahora han acudido fundamentalmente alumnos de Estados Unidos y Holanda, aunque también han venido grupos de Irlanda, Italia y Bélgica. "Queremos empezar a trabajar también con Israel", indica Nicolás.

En su opinión, el turismo idiomático en Extremadura no debe intentar competir con ciudades como Madrid o Salamanca, sino más bien apostar por el medio rural como elemento diferenciador. En esta misma línea, considera que se puede buscar la especialización en "un público de 35 años para arriba" que, a diferencia del universitario, "busca más la relajación". De hecho, buena parte de los clientes de Bethona International son personas que superan ya la cincuentena y que desean aprender español bien "por interés personal", bien por razones profesionales.