En el salón del automóvil de Londres, que el pasado miércoles abrió sus puertas al entendido público británico, causó sensación la marca Aspid, que ha presentado un superdeportivo que quita el hipo, tanto por su aspecto externo como por las innovadoras soluciones tecnológicas que aporta al mercado. Lo curioso del caso es que la investigación y el desarrollo de la nueva marca se ha gestado en una nave del polígono industrial Agroreus, en Reus (Tarragona), donde está la empresa IFR Automotive.

Desde esta semana se pueden hacer pedidos del Aspid Sport (95.000 euros) y del Aspid Supersport (135.000 euros), las dos versiones del coche que equipa un único motor de dos litros de cilindrada, aunque con potencias de 270 y 400 CV, respectivamente. La novedad, sin embargo, no se limita a ser un lujoso deportivo ya que la tecnología desarrollada, sobre todo a la hora de reducir el peso del vehículo, aporta importantes soluciones tecnológicas que se pueden aplicar a turismos normales o furgonetas.

CONCEPTO DIFERENTE "Es un concepto de coche muy diferente a lo que hay actualmente en el mercado", explica Ignacio Fernández Rodríguez, socio fundador de IFR e ingeniero de automoción con una larga experiencia en Mitsubishi y Prodive. El máximo responsable de esta empresa de Reus confiesa que el cambio de reglamentación adoptado por la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) está potenciando el desarrollo de nuevas tecnologías. En cinco años, con un equipo de 16 personas, han conseguido hacer realidad el proyecto del Aspid, que aporta cuatro nuevas patentes a la industria de la automoción y que creará del orden de 200 puestos de trabajo más si se produce la demanda calculada.

Reducir al máximo el peso del vehículo, hasta 698 kilos en este caso, ha sido uno de los grandes retos del equipo de trabajo de Reus. Con menos peso se consigue mejorar los niveles de polución y mantener las prestaciones deportivas que demanda un vehículo de estas características. Es decir, pasar de 0 a 100 kms/h en 2,8 segundos y alcanzar una velocidad de 160 km/h en 5,9 segundos. Son mediciones que están a la altura de los mejores deportivos que existen en el mercado actual.

Pero el Aspid aporta también una gran novedad respecto a los deportivos de su categoría, ya que sus niveles de consumo de combustible --aunque todavía no disponen de las mediciones homologadas oficialmente--, serán del orden de cinco litros por cada 100 kms. En cualquier caso, es una cantidad de consumo de gasolina que no tiene nada que ver con los 15 o 20 litros de media que derrochan los coches con los que va a competir.

El secreto está en una estructura de aluminio y carbono, pero también en las innovaciones que les han permitido reducir en 190 kilos el peso del chasis, de ahorrar el 50% del peso habitual en aspectos como el trapecio de la suspensión y los discos de freno, además de ahorrar un tercio en cables y abrir un nuevo mundo en el sistema multimedios que equipan los vehículos.

"No hay otro coche igual", destaca Fernández. "El Aspid ofrece más seguridad, menor impacto ambiental y un chasis que es el 100% industrializable en futuros vehículos de gran producción", añade. Con la particularidad, además, de que el Aspid está preparado para circular por la ciudad y en circuitos sin realizar ninguna modificación, ya que cumple toda la normativa de la FIA.