La edad media de jubilación de los trabajadores españoles, los 62 años, es la más tardía de entre los 26 países europeos y del resto del mundo analizados en el estudio AXA Jubilación presentado esta semana, y su actitud respecto a esta etapa de la vida es también de las más optimistas, ya que la perciben a una distancia de más de una década de la entrada en la etapa de la vejez que sitúan en los 75 años, frente a los 69 años de media de la encuesta.

De esta forma, España se coloca junto con Suiza a cinco años de distancia en edad de jubilación respecto al resto, trabajando de media "tres años más que un alemán, cuatro más que un americano y cinco más que un italiano", según explica el director de Operaciones de esta compañía aseguradora, Hipólito de la Cruz.

Por otro lado, los españoles son de los menos previsores a la hora de ahorrar para cuando dejen de trabajar, ya que sólo un 30% guardó dinero durante el 2007 para su jubilación, muy por debajo del 50% de la media de la encuesta o del 80% de los estadounidenses que sí lo hacen, y a pesar de que más de la mitad consideran que sus ingresos en esa etapa no serán suficientes para mantener el mismo nivel de vida que tenían cuando eran trabajadores activos.

De la Cruz relacionó esta actitud de despreocupación en el ahorro con la enorme confianza que se deposita en el Estado como garante de los ingresos en esta fase de la vida. De hecho, España destaca por encima del resto en este aspecto, aunque paradójicamente, gran parte de los encuestados considera que el sistema de Seguridad Social tendrá que ser reformado en los próximos años reduciendo sus prestaciones o con un incremento del número de años a cotizar.

Esta última posibilidad de ampliar la edad de jubilación, no obstante, es rechazada casi "unánimemente" por los trabajadores, aunque gana algunos defensores entre los que ya están jubilados. De hecho, un 55% prefiere jubilarse antes de los 65 años y la mayoría, lo hace de forma voluntaria. La visión "en positivo" que los trabajadores españoles tienen de la jubilación se demuestra a la hora de manifestarse sobre las actividades a las que piensan orientar el tiempo libre del que van a pasar a disponer. Realizar viajes figura entre las prioridades para el 60% de los encuestados, a pesar de que finalmente sólo un 23% de los jubilados lo lleva a cabo, pero también las aficiones, el cuidado de la familia y dedicarse a pasear son mencionados en este apartado.