Para Elena Chimeno, coordinadora de zona del programa Empresas de Experiencia, aunque la Ley de Igualdad ha supuesto "un impulso enorme" para el papel de la mujer en el ámbito empresarial, "el problema está ahora en cómo mejorar su aplicación". En este sentido, Chimeno indica que en el último año "no ha notado ningún cambio de actitud empresarial con respecto a las mujeres", si bien matiza que hay empresas, "algunas de ellas referentes en sus sectores", que sí están llevando "a rajatabla" el tema de la conciliación. También en el lado positivo, considera que dentro de la empresa familiar la tradicional tendencia a que tenga que ser un hijo varón el que herede la gestión de la sociedad es algo que "afortunadamente sí que está cambiando. Conozco muchísimas empresas familiares que tienen a la cabeza a una o a más hijas", sostiene.

Si bien se muestra partidaria de valorar la capacitación de cada profesional por encima del sexo, cree que el hecho de que la ley fomente la igualdad en los puestos de responsabilidad facilita que "en las empresas se fijen más en las mujeres que, de otro modo, a lo mejor eran descartadas desde un principio".