Heinrich Kieber, el topo del banco LGT de Liechtenstein que ha levantado un escándalo internacional con sus revelaciones sobre cuentas opacas, es, a su vez, un astuto e inteligente estafador que llegó incluso a simular que era piloto manipulando programas informáticos cuando trabajó en las aerolíneas suizas. De hecho, fue condenado el 10 de noviembre del 2003 en Liechtenstein a cuatro años de prisión por una causa que incluía una estafa en la compra de un piso en Barcelona. Kieber compró la vivienda en septiembre de 1996 con una parte en efectivo y un cheque y lo revendió solo un mes más tarde, antes de que venciera el plazo del primer pago y se comprobase que era un cheque sin fondos.

El juicio se celebró en Liechtenstein después de muchas vicisitudes porque Kieber es ciudadano de aquel país, donde nació el 30 de marzo de 1965. La relación con Barcelona viene de lejos, cuando estudió en la Escuela Suiza. Allí se forjó la imagen de miembro de la familia Hilti, una de las más acaudaladas de Liechtenstein, cuando en realidad al cabo de los años se descubrió que la única relación con esta familia era que su padre era un directivo de la empresa, según personas que lo conocieron entonces.

Kieber es un hombre inteligente, con capacidad de convicción, y gran dominio de varios idiomas y de informática. Durante un tiempo trabajó en la desaparecida aerolínea Swiss Air, donde llegó a crearse una ficha virtual de piloto que le permitió viajar por todo el mundo con trato preferente, según fuentes próximas al caso judicial.

La Audiencia Provincial de Barcelona lo absolvió de la responsabilidad penal del delito de estafa hace solo dos años por considerar que ya fue juzgado y condenado por el mismo hecho en Liechtenstein, donde también se vieron otras causas que le afectaban.

Al margen de la personalidad del confidente, sus filtraciones de cuentas opacas de centenares de grandes fortunas de varios países europeos continúan levantando ampollas y un amplio debate sobre los paraísos fiscales. En España, la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) ha pedido al Gobierno que solicite a la UE el bloqueo financiero para Liechtenstein y otros paraísos fiscales como medida contra el fraude fiscal.

La IHE aboga por la reforma del artículo 56 del Tratado Constitutivo de la CE, que prohíbe las restricciones a los movimientos de capitales y a los pagos entre Estados miembros y entre estos y terceros países, porque en caso contrario no se podrá impedir la evasión de impuestos.

En esta línea, los ministros de Interior de los Veintisiete firmaron esta semana el protocolo de adhesión de Liechtenstein a los acuerdos de Schengen, pero advirtieron de que la ratificación del mismo estará condicionada a que el principado acepte un acuerdo global de lucha contra el fraude.