España pedirá mañana lunes en el Consejo de ministros de Agricultura medidas europeas con el fin de mantener la producción de ovino y caprino en la UE, en peligro por el descenso del consumo de esta carne y la falta de personas dedicadas al sector, informaron fuentes diplomáticas. El Gobierno español se unirá a Irlanda, quien ha solicitado tratar en la reunión los problemas que atraviesa este sector. Irlanda subrayará que la ganadería ovina continúa decreciendo y que, en consecuencia, existe el peligro de "abandono de tierras" y de despoblación en zonas ambientales "sensibles", según el documento que ha presentado. A estos factores se ha sumado la competencia y las importaciones al mercado europeo de carne congelada de países como Nueva Zelanda.

En la UE existen 1,35 millones de propietarios de rebaños de ovejas, si bien entre el 2004 y el 2007 las crías han descendido el 8%. España es el segundo productor de cordero europeo, por detrás del Reino Unido.

En España, el ministerio ha puesto en marcha planes para recuperar este sector e iniciativas como ayudas para una escuela de pastores, pero "hace falta una reflexión europea" e incidir en la promoción y el etiquetado, según las fuentes. Irlanda resalta en su documento que las perspectivas son inciertas y que si se desligan las ayudas de la producción, con la reforma de la PAC la situación empeorará. Otro problema, añade, es la negociación de la Organización Mundial del Comercio, en lo que se refiere a la apertura de mercados agrícolas.

El Parlamento Europeo está preparando recomendaciones para recuperar este sector. Dentro de los borradores de la Comisión Europea que circulan sobre la reforma de la PAC, que no serán definitivos hasta mayo, figura la idea de mantener una parte de la ayuda ligada a la producción.