Con V. V de Visa, al menos en la Bolsa de Nueva York, donde la popular empresa de tarjetas de débito y de crédito cotizará próximamente bajo ese símbolo tras anunciarse esta semana que prepara una oferta pública de venta (OPV) de títulos por valor de 18.760 millones de dólares (unos 12.600 millones de euros). Según el documento que envió a la Comisión del Mercado de Valores estadounidense, Visa planea poner a la venta 406 millones de acciones con un valor de entre 37 y 42 dólares. A ello habrá que añadirle que los bancos implicados en la operación podrán adquirir 40,6 millones de dólares adicionales.

Estas cifras podrían convertir la OPV de Visa en la mayor realizada por una compañía en EEUU, superando la que AT&T llevó a cabo en el 2000, y la segunda a nivel mundial, por detrás de los 22.000 millones de dólares que recaudó el Banco Industrial y Comercial de China en el 2006. En la actualidad, Visa está controlada por 13.300 bancos y compañías financieras. En total, la empresa planea colocar en el mercado la mitad de su capital social. Todo ello, tras comprobar el exitoso precedente de una de sus principales competidoras, Mastercard, que efectuó una operación similar --aunque mucho más modesta-- en el 2006 y que desde entonces ha quintuplicado el valor de sus acciones.

BUENA SALUD En el documento enviado al organismo regulador estadounidense, Visa presume de buena salud. Así, asegura que con sus tarjetas se pueden adquirir divisas locales en 170 países y que la Visa es aceptada en un millón de cajeros de todo el mundo. "Visa opera la mayor red de pagos electrónicos del mundo y gestiona la marca de servicios financieros mejor conocida a nivel global. Somos los que tenemos más tarjetas de crédito y débito en circulación y los que efectuamos un mayor número de transacciones y por un mayor volumen", reza la nota. En el último trimestre del 2007, Visa tuvo unos beneficios de 1.490 millones de dólares (unos 1.000 millones de euros).

La noticia de la salida a bolsa de la empresa fue recibida con prudencia en los mercados. Los valores de Mastercard bajaron, pero algunos expertos pusieron en duda la oportunidad del momento. Por un lado, las perspectivas de uso de las tarjetas son buenas. Según la Reserva Federal (Fed) de EEUU, entre el 2003 y el 2006 el uso de tarjetas de crédito y de débito aumentó en un 36% en EEUU, mientras que el de los cheques bajó en un 18%. Visa calcula que hasta el 2012, el volumen de transacciones con tarjeta aumentará en todo el mundo en un 11%, sobre todo en Asia, Oriente Medio, Africa y Latinoamérica.

Pero, aquí y ahora, EEUU vive una crisis crediticia. El temor es que si el crédito sigue deteriorándose, el consumo también se resentirá, lo que afectará a empresas como Visa y Mastercard que viven del uso de las tarjetas (no ofrecen el crédito, eso lo hacen los bancos). Visa argumenta que en el 2007 los datos indican justo lo contrario: el uso del crédito asociado a las tarjetas aumentó en un 11,3%, frente al 6,1% del 2006 y el 3,1% del 2005.

Estas cifras tienen una explicación a corto plazo: agobiados por el aumento de los tipos de interés de las hipotecas, muchos estadounidenses han tenido que recurrir a las tarjetas de crédito para los gastos cotidianos. Pero esto es pan para hoy y hambre para mañana, de ahí la prudencia con la que se ha recibido la OPV de Visa.