Qué ha cambiado para las empresas con la ley concursal?

--La ley pretende que se utilice el procedimiento para depurar los problemas de las compañías y poderlas retornar a la vida cotidiana en funcionamiento y productivas. Pero realmente lo que hacen los juzgados mercantiles en la mayoría de los casos es enterrar cadáveres. Las empresas acuden a este cuando no hay otro remedio y para cubrir su responsabilidad. En otros países, un concurso no es una mancha. Aquí, a un constructor le supone su muerte civil.

--¿Pero alguien lo presenta realmente para reflotar la firma?

--Un concurso sirve para liquidar ordenadamente el patrimonio a la par que cada uno de los acreedores cobre por igual. Muchas veces ya no hay nada, porque se ha liquidado todo antes. Pocas empresas lo presentan bien.

--Algunas utilizan el concurso voluntario como amenaza.

--Cuando se inicia un proceso de negociación, los acreedores y la banca quieren tiempo. Pero si la empresa ya es insolvente, la ley obliga a presentar el concurso en dos meses y este reloj no para.

--¿Aumentan las insolvencias?

--Se están acelerando. Aunque los grandes acuerdos de refinanciación no han acabado en concurso, como Colonial, Nozar y Habitat.

--En estos casos, ¿el concurso no sería un problema para la banca?

--A los bancos no les interesa el concurso porque es una bomba en la línea de flotación de su cuenta de resultados, ya que se ven obligados a provisionar el 100% del capital invertido en esa empresa y eso les supondría fuertes reducciones de ganancias. Los bancos darán un balón de oxígeno solo a las empresas potentes con capacidad para salvarse. La pequeña, sin un bagaje importante, desaparecerá.

--¿Hay un exceso de concursos necesarios, para presionar?

--Muchas veces se utiliza como herramienta para presionar, aunque pueda provocar la caída de la compañía grande. No debería presentarse de cualquier manera para intentar un cobro rápido pasando por encima de todo. Hay mucho aventurero que presenta un concurso necesario para obtener una ganancia personal y además con amenazas. Ahora los jueces están entrando en el fondo de lo que hay detrás de una petición de concurso necesario y esto puede evitar que un mal uso de esta fórmula prospere.

--¿Cuantos prosperan?

--Calculo que menos de un 25%, tras escuchar a la otra parte.

--Si no es la herramienta, ¿qué puede hacer un pequeño acreedor?

--Seguir los procedimientos judiciales normales: si tiene un crédito con garantía real, ejecutarlo; si tiene una deuda, reclamarla judicialmente, con un juicio monitorio.

--¿No son muy lentos?

--En seis u ocho meses, un procedimiento complicado, de los ordinarios, puede estar resuelto. Y uno ejecutivo, más rápido. Cuando una empresa grande renegocia su deuda, todo el mundo se pone muy nervioso y el concurso necesario se convierte en una amenaza porque perjudica a la imagen y a la negociación. Incluso hay gente que lo presenta y después desiste. Si un juez lo acepta, esta actuación da pie a otras similares.