Marsans sigue "muy interesada" en hacerse con el control de Spanair, pese a su retirada oficiosa el pasado mes de diciembre del proceso de venta de la aerolínea y a pesar de que la situación del sector se ha deteriorado "notablemente" en los últimos meses, informaron fuentes del grupo turístico. En esta coyuntura, la compañía que preside Gonzalo Pascual insta a la escandinava SAS, propietaria del 100% de la filial española, a que se pronuncie oficialmente y aclare si mantiene sus intenciones de vender la aerolínea.

La compañía tiene la intención de pedir a SAS "exclusividad" en la negociación y advierte al grupo escandinavo que, dado que la situación ha cambiado, el tiempo no juega a su favor: "A medida que los números rojos se consolidan, al vendedor le va a costar más vender". "No tenemos una oferta consolidada porque no hay aceptación de nuevas ofertas, ni tampoco estamos del todo retirados porque no se ha cerrado el proceso de venta", puntualizaron desde el grupo turístico, que se retiró del proceso tras la entrada en liza de Iberia, al no ver cumplida la exigencia de exclusividad.

La diferencia entre la primera oferta del grupo mallorquín y el nuevo impulso es la participación de Femcat, un grupo de empresarios catalanes, encabezado por Joaquim Boixareu --consejero delegado de Irestal Group--, que desde un principio trataron de evitar que Iberia controlase Spanair.