Asaja Extremadura aseguró esta semana que Cetarsa prepara su cierre para el 2010 comprando el tabaco a los productores con una rebaja de 35 céntimos de euro por kilo, de modo que, "con lo que ahorre, hacer frente al pago de las indemnizaciones que tendrán que pagar a los trabajadores".

El presidente de la organización agraria, Angel García, señaló que, "según una información suministrada desde dentro de la propia empresa", la estrategia de Cetarsa para cubrir el expediente de regulación de empleo de cara al cierre previsto en el 2010 pasaría por pagar menos el kilo de tabaco, de modo que "tengan unos ingresos adicionales de 9,1 millones de euros".

A su juicio, es una estrategia "cicatera", a lo que ha agregado que la Compañía tiene una plantilla de 610 trabajadores, gran parte de ellos con contratos de apenas cinco meses de duración. Según García, se produce "la muerte del sector, que será en el 2010", de la que acusa a la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, que "tuvo el deshonor de aprobar en el seno de la UE la reforma de la Política Agraria Comunitaria en el sector del tabaco".

Ha añadido que, entre los postulados que presenta la reforma, "y que los gobiernos central y autonómico se han limitado a seguir, marca el ejercicio 2009-2010 como último año con posibilidad de cultivar en esta región". Ante esto y "la incapacidad --según ASAJA-- del presidente de la Junta de Extremadura de dar una solución", ha planteado iniciativas como "desautorizar a la ministra, que firmó el fin del tabaco para el 2010". Otra medida que propone es que los 154 millones de euros procedentes de Bruselas para el sector se divida en dos partes, "un 50% que iría directamente a los productores en concepto de desacoplado, por lo que se percibirá con independencia de que exista o no producción; y otro 50% que iría a desarrollo rural".