Nada más acceder a la presidencia del ICO, Aurelio Martínez promovió la elaboración del Indice de Confianza del Consumidor (ICC). El último, publicado en diciembre, no resultó muy halagüeño. De cada 200 personas, 155 perciben que la situación actual es peor que hace seis meses, y 127 opinan que irá a peor en el próximo semestre.

--Si la economía crece más del 3%, ¿por qué se habla de crisis?

--El petróleo se acerca a los 100 dólares y la confianza del consumidor es muy sensible al precio del crudo. Además, hay un alza coyuntural del precio de los alimentos.

--¿La inflación es la clave?

--Si sube la inflación, hay una percepción negativa de la economía, porque voy al mercado y me sale más caro el pan, la leche, la carne.... Hay otros elementos. Está la crisis de las hipotecas subprimes en Estados Unidos. La gente no sabe qué son, faltaría más, pero como todo el mundo habla de "los tipos suben", "los bancos cierran el crédito", "las inmobiliarias van mal"... la gente se atemoriza. Es lógico. Pero esto tiene poco que ver con lo que está pasando. Todas las agencias internacionales dicen que, en el peor de los casos, España crecerá el 2,6% o el 2,7%. Son datos muy buenos.

--¿Cómo reaccionará la opinión pública ante el aumento del paro?

--Sería algo que podría alarmar a la sociedad. Pero la economía española ha cambiado. Ahora, creciendo al 1% y poco más, se puede crear empleo y, creciendo al 2,7% o al 3%, se pueden generar 300.000 empleos. La clave para preocuparnos por el paro es si se crece menos del 2%, pero eso, hoy por hoy, no es previsible.

--¿En qué medida un estado de opinión puede torcer el crecimiento?

--Imaginemos que todos los consumidores creyeran, de verdad, que la economía va mal. ¿Quién se compraría un coche o una lavadora? ¿Quién se iría de vacaciones?. Si todo el mundo pospone las decisiones de consumo, afectaría a la economía.

--¿Hasta el punto de cambiar una tendencia?

--No. La gente no lee tanto y se forma sus opiniones a partir de realidades cercanas. Si mis ingresos van bien y la empresa donde trabajo genera beneficios, al final, me iré de vacaciones o me compraré el coche. Moraleja: las expectativas, si son asumidas por toda la sociedad, acaban autocumpliéndose. Pero la influencia tiene un límite.

--¿Qué efecto puede tener la insistencia del PP en que estamos en una crisis profunda?

--Algún daño puede hacer. Aunque estoy convencido de que la crisis que percibe el PP finalizará en marzo, con las elecciones.

--¿Qué va a pasar con el consumo en el 2008?

--Los españoles somos optimistas, porque prevemos que el futuro va a ser mejor que la situación actual. Los españoles perciben que la economía española es hoy peor que la de hace seis meses (155 de cada 200, frente a 121 con que comenzó el año). Con la subida de los tipos de interés y de la inflación, las familias tienen que pagar más. En estos momentos hay razones objetivas para que una familia perciba la situación actual como peor que hace seis meses. Pero cuando se les pregunta por las expectativas a seis meses vista son más optimistas. Solo 127 de cada 200 considera que irá peor.

--¿Cómo habla de optimismo, si siempre son más los pesimistas?

--A pesar de ser pesimistas estructurales, seguimos viendo el futuro algo mejor, aunque es verdad que hay más que lo ven peor. Digamos que somos menos pesimistas sobre el futuro que sobre la situación actual. Además, todo el mundo percibe que su situación familiar es mejor que la general.

--¿Cómo puede ser esto?

--Hay mucho sesgo político. Pero no por las ideologías de las personas, sino por el tipo de medio de comunicación que se sigue. Eso les ayuda a conformar una opinión general que no siempre coincide con la de su economía particular, que conocen de primera mano.