A los 18 años apuntaba una carrera técnica en una cinematografía, la argentina, que tanta calidad ha llevado a la gran pantalla en el último decenio. Pero aquel joven profesional de posproducción tenía madera emprendedora. Hoy, Hernán Scapusio Vinent cuenta 36 años, lleva 10 en España y se ha convertido en un empresario de referencia en el desarrollo de software de gestión de contenidos para editoriales y grupos de medios de comunicación. En su firma, Communi TV (CTV), confían empresas como RTVE, Telecinco y Planeta.

"Nos eligieron en un proceso de selección abierto; así de sencillo", responde cuando se le hace notar el mérito que tiene que un bonaerense haya sido decisivo en la adaptación de TV-3 --la nostra, todo un eje identitario-- a las nuevas formas de consumir contenidos. CTV ha dado las herramientas para la organización de los contenidos de TV-3 en nuevos canales como internet, los móviles o la televisión digital. En definitiva, en entornos interactivos, cada vez más prevalentes en la relación de los medios de comunicación con su público.

Hernán Scapusio tiene algo de gurú. Ha ayudado a varios medios a pensar con los códigos que comparte la generación YouTube. "Ya no vale el modelo vertical. La tendencia es que los medios asuman un rol de editorialización, de agregación de contenidos, vengan de donde vengan, porque muchos de esos contenidos los aportan las audiencias". El servicio que presta su empresa facilita la conservación, manejo y explotación de esos contenidos, cada vez más heterogéneos, en todo tipo de canales. Según Scapusio, en el futuro el contenido generado por el usuario tendrá más protagonismo.

Además de medios, otros grandes clientes son las empresas de formación y compañías, como El Corte Inglés, para las que han desarrollado un canal de TV propio.

Cuando aterrizó en España, Hernán empezó como asalariado en una firma de márketing on line por su habilidad para crear contenidos para cederrones. Se estableció por su cuenta para elaborar webs. Hasta que se adentró en la gestión de contenidos, actividad con la que emplea a una plantilla de 30 personas.

Dice que se asentó en Barcelona porque es una "ciudad bonaerense". Le gusta el mar: de hecho, la central está en la Vila Olímpica. "Me gusta la náutica y hacemos actividades de outdoor de vela", dice con un acento de hombre de mundo, que pasaría desapercibido a un compatriota que intercambiase con él los buenos días en Barcelona.