Si hay un banco español que se ha caracterizado tradicionalmente por su discreción, ese es el Popular. Una prudencia que su presidente, Angel Ron, decidió romper la semana pasada de forma totalmente excepcional e inesperada. "El cambio de percepción sobre la banca española está provocando un exagerado castigo a su valoración", clamó en la presentación de los positivos resultados que obtuvo la entidad en el 2007.

El dirigente del tercer banco nacional se hizo así eco de un sentimiento cada vez más extendido en el sector financiero español. La banca se siente víctima de una campaña de desprestigio injustificada e inexplicable por parte de los medios de comunicación británicos, que han sustentado sus ataques en varios informes negativos emitidos por algunas firmas de calificación y bancos de negocios.

Como un alto cargo de un banco acertaba a resumir recientemente, "el sector no entiende que les ataquen las mismas compañías que avalaron los títulos vinculados con las hipotecas subprime " con la calificación más positiva del sistema de valoración (caso de Standard & Poor´s o Moody´s) y que han sufrido perdidas multimillonarias como consecuencia de la crisis desatada por la debacle de estos (como Merryll Lynch o Citigroup).

El diario británico The Daily Telegraph, uno de los principales adalides de esta avalancha de malas noticias, levantó el pasado miércoles nuevas ampollas con una información, muy parecida a otras de octubre pasado, en la que afirmaba que la "ayuda del BCE a los bancos españoles iguala al rescate del Northern Bank", que está quebrado.

El autor se basa en un informe de Moody´s, que apuntaba que el nivel de emisiones de títulos del mercado español alcanzó en el 2007 un volumen récord de 142.826 millones de euros, un 55% más, a pesar de que los mercados están cerrados a cal y canto desde el pasado verano como consecuencia de la crisis de las hipotecas basura. Una circunstancia de la que el artículo saca conclusiones: los bancos utilizan los títulos como aval para lograr liquidez del regulador comunitario: "La operación de rescate del BCE en España ha sido encubierta".

MUNDOS DISTINTOS El paralelismo que realiza entre un banco en quiebra y el mayoritariamente saneado sector español no ha gustado nada en el Banco de España. A su juicio, no se puede comparar la intervención de su homólogo británico en el Northern Rock con las líneas de crédito dispuestas por el BCE, que están abiertas a todas las entidades de la eurozona.

No solo se trata de líneas abiertas a todo el sector, sino que los bancos extranjeros con presencia en el país también acuden al BCE en lo que se denomina "segmento español". Además, y por más que el mercado huya como la peste de activos respaldados por hipotecas, no cree que se pueda comparar la garantía de las subprime con la de las hipotecas españolas, que tienen unos criterios comerciales y legales de concesión mucho más estrictos.

Pero no todos son interpretaciones negativas. El banco de negocio Goldman Sachs realizó esta semana una valoración positiva del sector financiero español, con especial énfasis en la diversificación geográfica y de negocio de BBVA y Santander. Sin embargo, puntualizó que estima que "ha alcanzando la madurez tras varios años de fuerte crecimiento". Un estudio elaborado por la fundación de cajas de ahorro (Funcas) apuntó en similar dirección. Las turbulencias financieras derivadas de la crisis de las hipotecas basura afectará negativamente a los resultados de los bancos, sobre todo de los comerciales, por la mayor volatilidad de los tipos de interés y los tipos de cambio.