El volumen de créditos se ha desacelerado más rápido de lo previsto en los tres primeros meses del año. Y no sólo porque hay menos demanda, también por las cada vez mayores restricciones que se ponen a la concesión de préstamos por parte de las entidades financieras. Lo dice un informe del Deutsche Bank hecho público esta misma semana, apenas un día antes de que el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, advirtiese a los bancos y cajas de ahorro de que una excesiva restricción del crédito perjudicará en el futuro a la capacidad de crecimiento de la economía española.

La entidad emisora, en su última Encuesta sobre préstamos bancarios , la de enero pasado, ya señalaba el continuo endurecimiento que están experimentando las condiciones de oferta de crédito en España. En el caso de las hipotecas, el organismo regulador destacaba en su informe que este mayor rigor se estaba traduciendo en una ampliación de los márgenes y de las garantías requeridas, así como en una "reducción de la relación préstamo-valor".

Fuentes de la Asociación Hipotecaria Española (AHE) reconocen que sí se están aplicando criterios de riesgo más exigentes "porque las condiciones del mercado también se han endurecido. Al nivel que están los tipos y con los precios a los que sigue la vivienda...". Estas mismas fuentes sitúan un primer punto de inflexión hace "un par de años, cuando comenzaron a repuntar los tipos de interés". A partir de entonces, "demanda que hasta ese momento era solvente dejó de serlo". Posteriormente, las turbulencias financieras y la crisis de la subprime del verano pasado aceleraron la tendencia.

Desde la AHE se resaltan las dificultades que están atravesando los bancos para conseguir liquidez en el mercado interbancario: "Hay mucha desconfianza, no se presta dinero". Y cuando se presta, continúan, tienen que pagar unas primas de riesgo mayores "que luego trasladan a sus clientes".

Esta desaceleración no ha impedido que bancos y cajas sigan lanzando al mercado productos en teoría muy atractivos, pero que siguen estando dirigidos "a un público realmente solvente", explican en la asociación hipotecaria. "No es una política agresiva, aunque lo parezca", sostienen.

Además, a cambio se sugiere la contratación de "un mayor número de productos: planes de pensiones, diferentes seguros o la domiciliación de la nómina", declara Roberto Serrano, director provincial en Badajoz de UCE-Extremadura.

Por su parte, Carlos Arjona, secretario general de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) en Extremadura, recalca que ahora las entidades ya no se conforman con la garantía de la vivienda que se compra. "Sí antes bastaba con el propio piso, ahora suelen pedir el aval de los padres o que se hipoteque otra vivienda", lo que, subraya, supone un contrasentido, ya que para poder acceder a una vivienda "ya tienes que se propietario de otra". "Todo se mira con lupa", añade. Hasta tal punto, asegura, que una operación se puede echar a atrás por "una factura de teléfono de cinco o seis euros sin pagar".

Pero, explica Arjona, "no sólo se trata de las hipotecas que se están rechazando, las que se aprueban tardan mucho más en tramitarse. Lo que antes eran 15 o 20 días, ahora son tres meses".