Alrededor de 180.000 extranjeros visitaron España para aprender castellano en el 2005, último ejercicio con datos disponibles. Solo cuatro años antes, fueron cincuenta mil menos. El turismo idiomático va a más en España, una tendencia que se ve acentuada por, entre otros factores, la incorporación del español a la educación reglada en numerosos países y por la creciente importancia que el idioma de Cervantes está adquiriendo en el mundo de los negocios.

En Extremadura, se trata, sin embargo, de un sector que aún se encuentra en un estado "embrionario", explica José Manuel Hernández Mogollón, profesor de Márketing Turístico de la Universidad de Extremadura (Uex). De hecho, según la Junta de Extremadura, con anterioridad al 2007 "el conocimiento sobre turismo idiomático en la región era prácticamente inexistente". A día de hoy, el Ejecutivo autonómico tiene contabilizados alrededor de una decena de establecimientos relacionados con este ámbito, fundamentalmente centros de idiomas, aunque también hay varias casas rurales que ofrecen servicios de este tipo.

En cualquier caso, desde la Dirección General de Turismo se asegura que ésta es una de sus principales "apuestas para la diversificación de la oferta turística extremeña", ya que permite atraer "un tipo de turista muy interesante", tanto por las estancias medias --se estima que entre tres y cuatro semanas-- como por el elevado desembolso económico que efectúan --superior a los 1.900 euros.

En conjunto, se estima que el impacto directo del turismo idiomático en España supone unos 255 millones de euros anuales. Los últimos datos de Tourespaña indican que la comunidad autónoma apenas si se lleva un 0,4% de este pastel . La oferta está concentrada fundamentalmente en Andalucía y Madrid. Estas dos regiones, junto a Castilla y León, la Comunidad Valenciana y Cataluña, suponen más de dos tercios de la oferta total.

Hernández Mogollón considera que la vertebración de este sector debe fundamentarse en tres pilares: la puesta en marcha de tipos de alojamiento adecuados; la creación de empresas capacitadas para impartir esta formación --"son empresas muy técnicas, que no las puede poner en marcha cualquiera", detalla--; y la comercialización en el exterior de Extremadura como destino para este perfil de turista.

AREAS RURALES Este experto incide en la importancia que la enseñanza de idiomas puede tener como recurso turístico en las áreas rurales extremeñas, y apuesta por poner en marcha un modelo que, aunque esté basado en las ciudades, "cuente con una red muy importante en el medio rural". Precisamente, piensa que ésta vertiente rural, fundamentada en el rico patrimonio cultural y natural extremeño, podría ser el elemento distintivo de la oferta extremeña, cubriendo así un nicho de mercado que hasta ahora ha estado casi sin atender en el turismo idiomático español, tradicionalmente vinculado a los destinos urbanos relacionados con universidades y zonas costeras. La futura construcción de un aeropuerto internacional en Cáceres, que se quiere tener operativo para el 2012, puede ser un acicate más para este negocio.

"Es el momento de hacer algo", dice Hernández Mogollón, que insiste en que éste es un mercado en el que "hay mucho dinero. Otras regiones como Galicia o Canarias ya se están moviendo". Igual que Cantabria, otra comunidad autónoma que apenas si tenía peso en este sector, y que ahora está desarrollando un macroproyecto en Comillas denominado La Universidad del Castellano .

Así las cosas, Hernández Mogollón apunta que el perfil de turista idiomático potencial para la región podría alejarse del típico universitario. "Cada vez viene más otro tipo de público", explica este profesor de la Uex, para quien "si hay personas que se van a aprender inglés fuera con toda la familia, por qué no conseguirlo también con el castellano". "No toda la gente va buscando juerga y universidad", concluye.