Tres besos, abrazos y muy buen rollo. Ese fue el balance de la iniciativa Amor a bordo promovida ayer por la aerolínea Spanair y Meetic, el portal en línea de citas líder en España, en el que 46 parejas se citaron a ciegas para disfrutar de una cita fugaz en Venecia. Todo ello para inaugurar la nueva línea que une Barcelona con "la ciudad del amor", como dijo José Ruano, director general de la página. Los ganadores del sorteo salieron de una lista de 6.000 participantes, y la mayoría no superaba la treintena.

La llegada al aeropuerto era un ir y venir constante de llamadas telefónicas, nerviosismo, cigarrillos, y algún: "¿Dónde me he metido?". Fallaron cuatro parejas, lo que hizo que la organización tuviese que alterar el plan inicial de colocar a la gente por afinidad y optar por un método mixto, a base de azar. "Esto de que intervenga la suerte es más divertido", comentó Isabel Camarena. El chico que tenían al lado, Raffaele Croce, parecía satisfecho. "Cuando vayamos borrachos habrá cariño", dijo ella mientras la tripulación empezaba a servir cava.

Antes de aterrizar en Venecia, una sorpresa. Madre e hija viajaban juntas. "Vengo a pasármelo bien, nada de ligoteos", dijo la primera, María Pilar Gónzalez. "Es una experiencia divertida viajar juntas", dijo Elena Pérez.

Desde el aeropuerto trasladaron al grupo en un vaporetto y allí llegó el primer beso. "Nos conocimos en el avión porque nos sentaron juntos, y mira. Poco a poco ha habido feeling ", dijo Dani Sánchez. Interrumpió Marta Martínez: "Ha habido una conexión".

Solo poner el pie en la plaza San Marcos, empezaron a caer las primeras gotas de lluvia. Antes de subirse al autobús, cayó un segundo beso. Uno de ellos era participante, el otro un reportero que acompañó a la expedición. Y ya en el avión de vuelta, el esperado tercer ligoteo. "Ha sido inesperado, venía a pasármelo bien y ha surgido. Veremos si tiene continuidad", dijo José Luis Rubio.