La actriz italiana Laura Antonelli, mito erótico de los 70, vive desde hace más de una década en la indigencia. Tira adelante con una pensión de 510 euros al mes y la caridad de la Iglesia. El intérprete Lino Banfi, compañero de Antonelli en algunas películas, sacó a la luz su caso hace unos días mediante una carta en el Corriere de la Sera , donde también realizaba un llamamiento a las autoridades para que ayudasen a la actriz.

Banfi, preocupado por su salud y después de intentar localizarla durante años, encontró a Antonelli en Ladislapoli, a 45 kilómetros de Roma. Hacía 22 años que no se veían. El actor, uno de los cómicos más populares de Italia, relata que se le "encogió el corazón" cuando por fin la encontró.

"Hace años que estoy muerta", le confesó Antonelli, de 69 años, a su amigo, y añadió: "No creo que me quede mucho por vivir, pero me gustaría vivir dignamente". Antonelli, que saltó a la fama en 1973 con el largometraje Malicia, del director Salvatore Samperi, estuvo retirada del cine durante años a causa de una depresión y después de sufrir una condena a tres años y medio de prisión por tenencia de cocaína, de la que fue absuelta nueve años después. Además, en 1992 se sometió a una operación de estética que prácticamente le desfiguró la cara.

La actriz ha rechazado la ayuda propuesta por Lino Banfi, que había esgrimido una ley italiana de 1985 que permite al Estado conceder una pensión a figuras de la cultura para evitar que caigan en la pobreza. A través de su abogado, Antonelli agradeció el gesto y dijo que no quiere "volver a hacer entrevistas o salir en televisión". "Agradezco mucho a Lino Banfi, porque la ayuda podría brindarme una vida más serena, pero lo que de verdad quiero es que se me olvide", añadió.