En 1999, 'El proyecto de la bruja de Blair' pasó a la historia del cine tanto por su asombroso uso de la técnica narrativa de metraje encontrado como por su pionera estrategia de márketing viral. Para rodar su continuación, la recién estrenada 'Blair Witch', Adam Wingard tuvo que mantener un secretismo absoluto.

En películas como 'Tú eres el siguiente' (2011) o 'The guest' (2014) usted subvirtió los códigos del cine de terror. En ese sentido, 'Blair Witch' es más convencional. ¿Por qué ese cambio? A mí se me conoce como director de cine de terror, pero ninguna de mis películas previas fue diseñada con el fin de aterrorizar al público. Si ahora hubiera hecho otra de construcción del género, poniendo distancia irónica y dándomelas de listo, sentiría vergüenza de mí mismo. Ya que se me considera un exponente del género, he querido demostrarme que puedo dar miedo.

Para lograrlo, su película recurre a métodos aparatosos y ruidosos. ¿Es una forma deliberada de distanciarse del filme original? En efecto. Una de las cosas que amo de 'El proyecto de la bruja de Blair' es su austeridad y parsimonia generando misterio, pero yo no podía hacer lo mismo, no podía limitarme a rehacer aquella película. No intentar ofrecer una experiencia distinta habría sido muy perezoso. Mi objetivo fue generar una montaña rusa de emociones, construir algo parecido a un tren de la bruja.

No debió de ser fácil mantener la producción de la película en secreto. No, no lo fue, especialmente porque vivimos en una época en la que todo se comparte, todo se divulga. La forma más efectiva de mantener el secreto resultó ser no hablar de la película ni siquiera con los amigos o la familia. Por otra parte, nadie esperaba una continuación de 'El proyecto de la bruja de Blair' a estas alturas, y eso lo hizo todo más fácil. Dicho de otro modo, mi película no es como la nueva de 'Star Wars'.

¿Sintió alguna presión por tener que competir con el legado de la película original? No, porque ese legado ya fue completamente destruido por 'El libro de las sombras' (2000), que era una secuela horrible y detestable. Por culpa de ella, la gente dejó de tomarse en serio la película original durante mucho tiempo. El gran problema es que se trató de explotar la gallina de los huevos de oro y aparecieron videojuegos, libros y adaptaciones, todos de mala calidad. Espero que mi película ponga las cosas en su sitio.

¿Recuerda la primera vez que vio 'El proyecto de la bruja de Blair'? Por supuesto, estaba en el instituto. No pude verla en pantalla grande porque vivía en un pueblo de mala muerte y el cine más cercano estaba a 45 minutos en coche, así que la vi en VHS. A estas alturas la he visto decenas de veces, y me sigue impactando como la primera vez. Es una de las obras maestras de toda la historia del cine de terror.

Desde 1999, la técnica del metraje encontrado se ha usado hasta la extenuación. ¿Cree que aún es posible usarla de forma original? Espero que 'Blair Witch' demuestre que sí. Películas como '[REC]' (2007) y 'Monstruoso' (2008) en su día tomaron sendos subgéneros trillados, el cine de monstruos y el de zombis, y les inyectaron nueva vida gracias a la técnica del metraje encontrado. Es una herramienta valiosa. Pero hay que usarla bien.