Como si fueran extintores, en las calles de Mónaco hay postes con desfibriladores a disposición de los transeúntes. Los afortunados que viven un retiro libre de impuestos en el principado pueden así pasear sus acicalados perritos con la tranquilidad que da sentir el corazón a salvo de las llamas. Estos aparatos que restablecen el ritmo cardiaco se encuentran incluso en el Sporting Club, donde Alberto de Mónaco brindó el miércoles un homenaje a su padre durante la presentación de la pluma que le ha dedicado la firma Montblanc.

En la sala de las estrellas, la misma que acoge estampas costumbristas de la vida de los monegascos como los bailes de la Rosa y de la Cruz Roja, el soberano presentó la edición limitada de la estilográfica Rainiero III con unas palabras emocionadas. "Mi padre habría apreciado este objeto de una calidad tan exclusiva. Al adquirir esta creación, compartirá los valores del principado, donde la prosperidad se combina con la humanidad".

SIN SU NOVIA La pregunta de la noche, no obstante, fue si el príncipe asistiría a la gala con su novia, Charlene Wittstock. Pero Alberto se presentó solo, sin la compañía de la nadadora surafricana ni la de sus dos hermanas. La modelo danesa y el intérprete de la película Drácula compartieron mesa con él.

Los ciudadanos del principado cruzan estos días los dedos a la espera de que el soberano anuncie al fin su compromiso el lunes, el día de la fiesta nacional de Mónaco, tal como asegura la revista Point de Vue. Mientras, Alberto, de 49 años, practica esa combinación de "humanidad y prosperidad" que le inculcaron sus padres. La prosperidad tiene que ver con el valor de la pluma: 232.000 euros. La humanidad, al destino del 51% de lo que se recaude con la venta de las Montblanc: la Fundación Princesa Grace, dedicada al mecenazgo social y cultural

Montblanc ha fabricado 81 plumas Rainiero, los años que tenía el padre de Alberto cuando falleció. La pieza, de oro blanco con rombos con 996 diamantes y 92 rubís, simboliza la corona del principado de Mónaco y se venderá únicamente por petición previa del comprador.

Las modelos Franziska Knuppe, Sophie Dahl y Sylvie van der Vaart, las actrices Eva Green y Sarah Marshall, el pianista chino Lang Lang (que interpretó tres piezas), Katherine Jenkins, y Anne Igartiburu son algunos de los vips que asistieron.

A pesar del abundante champán y la carne roja, los desfibriladores permanecieron en su sitio. Cosas de la benignidad del clima monegasco.