La ola de frío no amedrentó ayer a Alberto de Mónaco y, como cada año desde el 2005, participó en el baño solidario de Navidad que organiza la asociación TATSA por las víctimas del tsunami. El príncipe contó con la compañía de su novia, Charlene Wittstock (foto), y de su sobrino, Pierre Casiraghi.