Antonio Rodríguez (Motril, Granada, 1943) se sonroja cuando se le menciona Cuba. Participó en los orígenes de Comisiones Obreras en Mataró -Cerdanyola es el barrio de su vida- y su vinculación comunista es tal que los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) cubanos le han invitado únicamente a él y a ocho europeos más -todos catalanes- a su congreso nacional de este año.

-Empezó a militar en el Partido Comunista muy joven. ¿Por qué?

-Sí, a finales de los 60. Entendí pronto qué era la explotación y me generó conciencia de clase: con 8 años, trabajaba en el campo con las cañas de azúcar mientras veía lo bien que vivía el patrón.

-Cuando llegó a Mataró comenzó a trabajar en la obra.

-Sí, y eso me ayudó mucho: siempre me ha gustado la obra. Allí veías la explotación, el abuso, cosas a las que solo podías responder organizándote junto a otros obreros.

-¿Cómo fue su militancia durante el franquismo?

-A mí me detuvieron 4 veces; la primera, en 1961, duró 34 días. En todas me acabaron dejando en libertad. Los motivos siempre eran o asociación ilícita o propaganda ilegal o manifestación no autorizada. En tres de esas detenciones hubo violencia.

-¿Se refiere a torturas?

-Yo torturas grandes no padecí, pero sí golpes, golpes, golpes...conforme te interrogaban, de vez en cuando venía un policía y por detrás o por delante te daba una hostia e insultaba.

-Es decir, que usted fue preso político.

-Evidentemente. Yo tengo dos diplomas, de la Junta de Andalucía y de la Generalitat, que me reconocen como preso político durante la dictadura.

-Hábleme de su relación con los CDR cubanos.

-Empezó el año 2005, cuando fui a Cuba por primera vez con la brigada de Nou Barris, de Maruja Ruíz Martos. Desde entonces, voy cada dos años: la tierra de los CDR es La Meca de los comunistas.

-¿Y qué hace allí?

-Vamos para conocer la vida de los CDR, convivir con ellos y ayudarles trabajando simbólicamente.

-Este año, además, ha ido al congreso nacional.

-Sí, son unas jornadas que hacen cada 5 años y este 2018, en toda Europa, solo ha sido invitada la delegación de Nou Barris, que hemos integrado nueve catalanes. Ha sido un reconocimiento a nuestra labor y nuestra buena relación con los CDR.

-¿Y con los CDR catalanes también tiene relación?

-No: a mí eso me parece una burla, una falta de respeto y de conocimiento. Como comparar a los presos políticos del franquismo con los presos independentistas. Podrían haber puesto otro nombre.

-Técnicamente lo es: unos "revolución", otros "república".

-Claro...(ríe). Mira, yo soy republicano hasta la médula, pero de la tercera y federal; la de la bandera tricolor que tenemos que construir entre todos. Y ojo, a mí me gustaría que los presos independentistas salieran de la cárcel mañana mismo porque contribuiría a la convivencia.

-¿Qué le parece, por cierto, el auge de la ultraderecha en su tierra?

-Ver cómo vuelven los herederos de Franco me da un pánico tremendo. O nos mentalizamos todos de que hay que hacer un frente común antifascista o...y hay que preguntarse a qué está dispuesto uno políticamente.

-¿Y a qué está dispuesto usted?

-¿Yo? A jugarme el tipo...a jugarme el tipo.

-¿Qué quiere decir eso?

-Todo. La vida, incluso.

-¿En serio?

-Te lo digo muy seriamente. Ten en cuenta que el fascismo es la perdición de los pueblos; la hecatombe. Parece mentira que se nos olvide con tanta facilidad lo que fue Franco en España, Hitler en Alemania o Mussolini en Italia.