Cecilia Ciganer-Albéniz, hasta ayer esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, asegura que ambos intentaron recomponer la pareja y superar las dificultades, pero que habían terminado por constatar que "ya no era posible". El rotativo "l'Est Républicain" publica hoy una entrevista con Ciganer-Albéniz, que ha estado unida a Nicolas Sarkozy veinte años, once de ellos como matrimonio y que fue resuelto ayer con un divorcio.

La hasta ahora "Primera Dama" francesa admite que en 2005 encontró a una persona de la que se enamoró y por la que dejó el hogar conyugal, en alusión al publicista Richard Attias, con el que mantuvo una relación que incluso se reflejó en fotografía en portada de alguna revista. Después volvió hace un año a la casa común para "reconstruir" el vínculo con Sarkozy, pero sin conseguirlo.

"Lo hemos intentado, hemos puesto la familia por delante de todo. Yo he intentado todo, pero ya no era posible", declara Cecilia, que añade que lo que le ha ocurrido le pasa "a millones de personas. Un día la pareja ya no es la cosa más esencial de tu vida, ya no funciona". Ciganer-Albéniz, que en noviembre cumplirá cincuenta años, asegura que durante las dos décadas de relación con Sarkozy ha vivido "una lucha, pero también momentos interesantes y apasionantes a su lado", pero agrega que ahora ya no encontraba su sitio.

Considerada una mujer de espíritu rebelde, poco dada a aceptar las eventuales imposiciones de imagen a las que debe enfrentarse una "primera dama", Cecilia Ciganer-Albéniz ha vuelto a dar una muestra de ello con esta entrevista, ya que el Palacio del Elíseo había señalado ayer que ninguno de los dos haría declaraciones.

El Palacio del Elíseo anunció ayer el divorcio de los Sarkozy, después de varias semanas de comentarios periodísticos que apuntaban a ese final.