En pleno proceso de divorcio, Athina Onassis ha ordenado que su exmarido, Álvaro de Miranda Neto, más conocido como 'Doda', no se acerque al caballo con el que compitió y quedó en noveno lugar, Cornetto K. "Hemos hablado y todo es excelente", declaró el jinete brasileño a distintos medios durante los Juegos de Río.

Se da la circunstancia de que la nieta de Aristóteles Onassis, única heredera de la multimillonaria fortuna del magnate griego, consintió que Miranda empleara dicha montura en Río, pero cuando éste ha intentado ver de nuevo al caballo en su cuadra de Valkenswaard (Holanda) se encontró con un guardia de seguridad que le prohibió el paso.

"Volvemos de los Juegos Olímpicos y vemos que hay un guardaespaldas delante del box de Cornetto K, que no nos deja ni acariciarlo… ¡No puedo dar una manzana a mi mejor amigo! Espero que se haga justicia y que todo vuelva a la normalidad!, ha apuntado 'Doda' en su cuenta de Twitter.

FORTUNA BLINDADA

Está previsto que en los próximos meses un tribunal belga decida sobre el reparto de sus negocios conjuntos de la pareja, lo que incluye la gestión de la compañía AD Sport Horses, entre otras, y el futuro de sus preciados caballos. Aunque en el 2005, días antes de darse el 'sí, quiero' en Sao Paulo, la pareja firmó un contrato prematrimonial por el que, en caso de divorcio, ninguna propiedad, empresa, obra de arte o acciones de Onassis serían para Doda. Así, la fortuna Onassis quedaba blindada.

Onassis, de 31 años y 'Doda, de 43, se separaron tras once años de matrimonio y dos de noviazgo. La ruptura se produjo el pasado mes de abril en Miami, coincidiendo con el primer concurso del Global Champions Tour, la competición de saltos más prestigiosa del mundo.