La fiesta más austriaca de todas las fiestas, el Baile de la Ópera de Viena, pierde categoría a pasos agigantados. La gala del glamur, en la que debutan las jóvenes de la alta sociedad, ha tenido este año como protagonista a Ruby, la velina, que ha puesto en la picota a Silvio Berlusconi. La joven Karima El Mahroug, que presuntamente tuvo relaciones sexuales con el primer ministro italiano cuando era menor de edad, ha dejado los bajos fondos para subir a los altares de Viena, en cuyo baile ha sido tratada como una dama de la alta sociedad. Ruby ha eclipsado hasta al mísmisimo Larry Hagman, el malvado J. R. de la serie Dallas, que ni para ir a la gala deja el sombrero de vaquero; eso sí, combinado con el esmoquin. El actor y la mujer que ha descubierto las aficiones ocultas de Berlusconi han sido invitados por el excéntrico millonario Richard Lugner, de 78 años. El empresario invita cada año a alguna famosa para que dé lustre a su palco. Por su balcón de la Ópera han pasado Sofía Loren, Faye Dunaway, Gina Lollobrigida, Claudia Cardinale, Joan Collins, Raquel Welch, Sarah Ferguson, Jacqueline Bisset, Dita von Teese, Paris Hilton, Pamela Anderson, Carmen Electra y Geri Halliwell. Todas ellas cobran un caché que depende de su categoría. Precisamente, las diferencias monetarias han sido el motivo por el que Bo Derek declinó este año su presencia después de haberse comprometido a asistir. La mujer 10 pidió 25.000 euros más de lo pactado y Lugner la sustituyó por Ruby, que le salía más barata. Según la prensa austriaca, la velina ha cobrado 40.000 euros. Por las fotografías de la gala que han llegado a los medios, la joven marroquí se lo ha pasado en grande en la fiesta. Ruby, vestida con un escotado y ajustado traje de raso de color dorado, no paró de bailar y tomar copas con su anfitrión, mientras algunas damas la miraban por encima del hombro. Desirée Treichl-Stuergkh, que coordina la organización del baile, declaró que es «triste, vergonzosa e irrespetuosa» la invitación a Ruby, y señaló que el próximo año habrá más control sobre los invitados. También se ha manifestado el nuevo director de la Ópera Estatal de Viena, Dominique Mayer, que en el futuro pretende dar mayor relevancia a los artistas para intentar recuperar el antiguo esplendor del Baile de la Ópera de Viena, que coincide con la temporada de Carnaval en la capital austriaca.