El ex primer ministro británico Tony Blair revela en una entrevista que emite hoy la BBC que la fe en Dios le dio fuerza para el ejercicio de su mandato político. "No tiene sentido negarlo. Tengo una profunda fe religiosa. No creo que sea algo malo, sino todo lo contrario porque da fuerza a la gente", explica el político. "Si uno no tiene esa fuerza, es difícil hacer el trabajo (de primer ministro). Es un trabajo en el que cuenta más que nada el carácter y el temperamento", agrega Blair.

"Para mí, el hecho de tener fe contribuyó en buena medida a que pudiera hacer ese trabajo", explica el ex líder laborista en un programa sobre sus años de gobierno. En el mismo programa, uno de los hombres que mejor le conocen, el actual comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, asegura que Blair va a todas partes con una Biblia, que es lo último que lee antes de dormir.

Según Mandelson, dondequiera que se encuentre un domingo, Blair pide siempre a sus colaboradores que le encuentren una iglesia donde pueda asistir a misa. Según el propio Blair, si su ex portavoz Alistair Campbell en cierta ocasión afirmó que el Gobierno laborista no "trabajaba a Dios", fue porque en este país el hecho de que un político hable de religión sólo puede causarle problemas.

Mientras que en Estados Unidos y algunos otros países se considera normal que los políticos hablen con sinceridad de su fe, "si uno lo hace aquí, la gente va a pensar que está loco", dice el ex primer ministro. Según Campbell, Blair puede no dar la impresión de ser el típico individuo religioso porque "es muy irreverente, jura bastante y...si ve a una mujer atractiva, se le van los ojos detrás de ella".

En el mismo programa, el ex líder del Partido Liberal Demócrata Menzies Campbell señala que si los votantes británicos hubiesen sabido la influencia de la fe de Blair en su trabajo político, tal vez no le habrían dado la mayoría en tres elecciones consecutivas.