Bob Dylan es un artista polifacético. Además de un mito de la canción, también está considerado un reconocido artista de los pinceles. El Museo Nacional de Arte de Copenhague (Dinamarca) expone 40 obras suyas inspiradas en las visitas que el cantante ha realizado a Brasil durante el último año. Se trata de cuadros pintados con colores acrílicos que recrean el campo, las ciudades y las favelas del país de Lula y que han provocado todo tipo de comentarios. Desde los que halagan su habilidad en esta disciplina artística hasta los que la critican.

Para el director del museo, Karsten Ohrt, los cambios de disciplina no siempre tienen éxito. "Pero en el caso de Dylan sí lo ha tenido. Esta es otra cara del músico, pero sigue siendo Bob Dylan", ha dicho.

El responsable de la muestra añade que las pinturas del cantante "evocan la escuela americana Ashcan y el expresionismo alemán, entre otros, pues hay escenas urbanas y rurales de la nación suramericana y otras son como películas estáticas".

"ORDINARIO" Sin embargo, el diario danés Ekstra Bladet , uno de los más leídos de Dinamarca, opina que "es tan visionario como músico como ordinario como pintor", y asegura, que de no ser quien es, "su obra jamás habría sido expuesta en el museo".

Dylan no asistió el sábado a la inauguración, aunque tiene previsto visitar el museo de forma anónima, igual que hizo hace dos años cuando se preparaba la muestra.