Jacqueline y Robert Kennedy fueron algo más que cuñados, o así lo asegura C. David Heymann en el libro Bobby and Jackie, a love story , que se acaba de publicar en Estados Unidos. Según sostiene el autor, lo que era una simple amistad en la que ambos se apoyaban mutuamente después del asesinato de John Fitzgerald Kennedy (JFK), el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, acabó por convertirse en un largo romance. "Había que estar ciego para no ver lo que pasaba entre ellos", afirma Heymann.

Según los testimonios citados por el autor, que incluyen los de algunos miembros de los servicios secretos que velaban por la seguridad de Jackie y de sus dos hijos, Caroline y John-John, su relación empezó después de que ella compartiera una noche con el actor Marlon Brando. Al parecer, tampoco escondieron su romance cuando se fueron de vacaciones a una isla del Caribe con unos exmiembros de la Administración de Kennedy.

EL "VERDADERO AMOR" El escritor sostiene que el senador Robert Kennedy, casado y padre de 11 hijos, fue el "verdadero amor" de Jackie. Y que hasta la mismísima esposa del hermano menor del 35º presidente de EEUU, Ethel, llegó a conocer la relación que les unía.

Sin embargo, Bobby puso fin a su affaire cuando emprendió su carrera a la presidencia de Estados Unidos, ya que temía las represalias que pudieran venir de los círculos conservadores. Jackie estaba tan enamorada del hermano de su marido que, según recoge el escritor en el libro, cuando le pegaron un tiro durante su campaña presidencial en 1968 fue ella y no su esposa quien ordenó a los médicos que apagaran la máquina que le mantenía con vida.

Fue entonces cuando Jackie inició su relación con el armador griego Aristoteles Onassis. Según sostiene Heymann, el multimillonario, cuando se enteró del asesinato del político demócrata estadounidense en el año 1968, afirmó: "Por fin se ha cortado el vínculo entre Jackie y los Kennedy".