Dos años y dos semanas después de que la ley antitabaco promovida por el PSOE fuera aprobada con el respaldo de todos los grupos parlamentarios en el Congreso y con el apoyo popular (el 77% de los españoles se mostraba favorable, según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas), Ana Botella fumó un cigarrillo en un lugar público sin temor a ser denunciada, y con Angel Acebes tragando humo a su lado y sin rechistar. ¿Un órdago de la mujer de José María Aznar, fumadora empedernida? En absoluto. Estaba amparada por un decreto de la Comunidad de Madrid que permite encender un pitillo en salones de bodas, cafeterías de centros de trabajo e incluso centros de trabajo si hay una celebración.

Dado que el acto al que acudió (la presentación de Manuel Pizarro como número 2 de la lista del PP por Madrid para las elecciones generales) tuvo lugar en un salón de bodas de Carabanchel, Botella no infringió ninguna norma. El Gobierno ha recurrido el decreto de la Comunidad de Madrid, que dirige Esperanza Aguirre (PP).

SALIDA DEL HOSPITAL Mientras, Ana Aznar Botella y su marido, Alejandro Agag, presentaron ayer a su tercer hijo, Pelayo. La hija del expresidente declaró que el bebé, que pesó 3,420 gramos, es "muy bueno y tranquilo, no llora y se parece a su padre".