El eslogan con el que Las Vegas tienta a los visitantes y alimenta su fama de la ciudad del pecado es: "lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas". Lamentablemente para Britney Spears, lo que pasaba el domingo en la ciudad de los casinos era una esperada actuación de regreso a los escenarios, tras tres años de ausencia, en unos premios de la MTV. Y los objetivos de las cámaras estuvieron ahí para retransmitir un número que los medios ya califican de catástrofe.

La misma noche en que triunfaba en los premios su exnovio Justin Timberlake, ella salió al escenario semivestida (foto) con un biquini de pedrería negro que no dejaba ninguna posibilidad de ocultar su más que aparente descuidado físico. Se movía poco y con torpeza con las botas que le llegaban a la rodilla. Y no solo ofreció una pobre coreografía, sino que falló incluso en uno de sus fuertes: el playback . Fue incapaz interpretar su nuevo sencillo, Gimme more, donde parte importante de la letra es la repetición de una palabra.

Por respeto o por asombro, hubo tímidos aplausos. Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. Ayer, medios como la BBC y The Washington Post certificaban la debacle, y la web hervía con comentarios devastadores. TMZ.com, por ejemplo, tituló con una necrológica por la carrera de Britney Spears.

Según US Weekly , Britney "comenzó a llorar desconsoladamente en cuanto acabó su actuación. Estaba devastada. Estaba nerviosa y sabe que lo ha fastidiado todo".