El Bulli de Ferran Adrià ha marcado un hito en la historia de la gastronomía al ser designado, por tercer año seguido, mejor restaurante del mundo. El establecimiento de Roses repitió el lugar de honor en la competición internacional organizada por la prestigiosa revista gastronómica Restaurant Magazine , cuyo resultado fue dado a conocer anoche en Londres. Adrià ha alcanzado la primera plaza cuatro veces desde que se instauró el premio en el año 2002. Compartieron podio con el chef catalán el británico Heston Blumenthal, de The Fat Duck, que mantiene el segundo puesto de la pasada edición, y el francés Pierre Gagnaire.

Adrià estaba ayer exultante. Pese a que ha perdido la cuenta de los reconocimientos y premios que ha recibido, parecía que había logrado su primer galardón. "Me sigo emocionando como un niño --explicó--. Estaba aquí con Juan Mari Arzak y nos hemos emocionado juntos recordando cómo íbamos en el año 92 por el mundo, cuando nadie nos hacía ni caso". Y como el primer día, el mejor chef del planeta trató de quitarse protagonismo: "Este no es un premio a Adrià, ni al equipo de El Bulli, sino a la familia de El Bulli, en la que hay 70 personas".

En la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo, votada por 650 expertos internacionales, figuran tres chefs catalanes y cuatro vascos, con una nueva incorporación, la de Bittor Arguinzoniz, con el Asador Etxebarri (Axpe, Vizcaya) en el puesto 44º. Andoni Luis Aduriz, del restaurante Mugaritz (Rentería, Guipúzcoa), triunfa consolidado como gran estrella, con un ascenso a la cuarta posición. También fue modesto: "Todo esto es muy subjetivo, como los Oscar; no solo hay que valer sino también tener".